La sexóloga Cecilia Ce fue la estrella en el cierre de la Feria del Libro de Tucumán
Con decenas de familias que aprovecharon el buen clima de ayer para no perdérsela, en la Sociedad Rural se puso punto final a la primera edición del espacio que unió arte y literatura y que convocó numeroso público.
El primer capítulo de la Feria del Libro de Tucumán se cerró ayer en un marco que pintó a la perfección los destellos que dejó. Decenas de familias, jóvenes y lectores curiosos, recorrieron el predio de la Sociedad Rural para empaparse de historias, descubrir cosas nuevas y tener una jornada distinta.
Los rayos de sol tiñeron el ambiente de color miel durante la siesta, y los 20° de temperatura fueron casi un incentivo para disfrutar de la Feria por última vez. Mientras que por la noche, el viento fresco se acopló muy bien a la música que se escuchaba en el lugar para el punto final de esta edición.
Ayer también hubo cuentos, poesías, novelas, nuevas formas de leer y exposición de autores para todos los gustos, aunque con un condimento especial, porque la última en pasar por el Salón de Azúcar fue Cecilia Ce, quien habló de su último libro, “Deseo”, que apunta a derribar ciertos mitos referidos a la sexualidad.
Una apuesta
“Domingo. Día del Padre. Un sol brillante y un clima precioso. Solo me queda agradecer que estén aquí”. Así arrancó su presentación la psicóloga, sexóloga clínica y escritora, que no quiso pararse detrás de ningún atril ni en el escenario que se había dispuesto, sino caminar muy cerca del público para que la conexión fuera más cercana. “Este libro es una apuesta”, reconoció e inmediatamente remarcó que su motivación fue reconfortar a sus lectores.
“La excusa es el deseo sexual, pero a diferencia de mis libros anteriores, lo escribí con la intención de que las personas que lean se sientan mejor. Porque el recorrido que hice en los últimos años se focalizó en el deseo y me encontré con mucho sufrimiento”, indicó la experta, que cosecha más de un millón de seguidores en Instagram.
Y agregó: “el deseo entendido de una manera más amplia nos puede enseñar un montón, por eso, para mí es un trabajo muy transformador”.
Mitos
Cecilia tuvo la posta en la hora que duró la presentación de su última obra, aunque también hubo mucha participación de un público que si bien era más femenino, contó con la presencia de varios chicos que quisieron aprender de lo que la sexóloga tenía para contar.
“Hay varios mitos y mucho mandatos que rodean los deseos sexuales”, afirmó la especialista. Ella les dio lugar a los asistentes a que comenten algunos que conozcan. Así fue desestimando algunos muy arraigadas, como que “siempre hay que tener ganas” y que “el sexo es una necesidad fisiológica”.
“Esta ideas pueden hasta ser peligrosas porque la realidad es que sostienen muchas propuestas abusivas también”, advirtió Ce. “Creo que hay que cuestionar estos mitos y mandatos y entender cómo las contaminan, cómo las manipulan, apropiándose de lo que les pasa a ellos mismos. Pero también necesitamos herramientas que nos permitan tener conocimiento para poder hacernos las preguntas adecuadas, porque la sexualidad es muy personal”, reflexionó.
Variabilidad
La sexóloga destacó que a causa de todos los mitos que existen, “el placer se volvió un deber”. Por eso en su libro -dijo- intenta que sus lectores aprendan sobre calidad y contexto, que sepan que el límite del deseo es el consentimiento y que existe un modelo de control dual que puede ayudar a entender el tema.
“Esto quiere decir que hay dos formas de responder al deseo. Aceleramos o frenamos, porque me gusta explicarlo con el ejemplo de un auto”, subrayó la experta, que reiteró que ambas formas son igual de válidas. En este sentido habló de agentes inhibidores, que influyen en el contexto de la intimidad, como el estrés que se intensificó después de la pandemia o las nuevas tecnologías que provocan que el multitasking nos robe de a poco la atención, un punto importante en las relaciones interpersonales.
“Así llegamos a la tercera parte de mi libro, en donde cierro contando claves para mejorar la conexión con el deseo y hablo del hábito del deseo, que es una alternativa que tiene mucha mala prensa porque se refiere a planificar, y a veces eso cuesta”, mencionó la escritora.
“Hay que reconocer la variabilidad que tenemos pero también nuestra autenticidad. Así que espero que el libro les ayude a poder conectar con esa autenticidad, porque cuando conectamos con el deseo, que es solo nuestro, se abre otra manera de aceptarnos y aceptar al resto”, sostuvo.
El final
Fuera del Salón de Azúcar, los stands seguían tan firmes como el primer día, llenos de historias de diferentes tamaños, géneros y dibujos.
“Festejamos a mi esposo y decidimos venir a pasar aquí la tarde”, contó Lucía Banega, que caminaba junto a sus hijos y a su marido.
“Es un paseo diferente para los más chiquitos y para nosotros también”, dijo la mujer frente a la escultura de páginas que se encontraba en el centro del pabellón y se robó la atención de todos los que visitaron la Feria.
“Vine con amigos el jueves, y volví hoy con mi novia”, comentó por su parte Luis Lazarte, que se confesó fanático de las novelas de fantasía épica y buscaba alguna nueva para su colección.
Mientras que el testimonio final lo proporcionó Graciela Valdez, ex docente, que con alegría destacó: “que la cultura tenga lugar en la sociedad es la única forma de salir adelante, así que esperemos que haya más ferias del libro”.