Atlético Tucumán se quedó con el grito atragantado en el José Fierro
87 minutos marcaba el cronómetro del partido. 1-1 el marcador. Tras una buena contra, Justo Giani recibió dentro del área rival, y tras tirar un sombrero, recibió una dura falta. Pablo Dóvalo, árbitro del partido, no dudó: silbato a la boca, y mano apuntando al punto penal. Todo estaba dado para que Atlético Tucumán se quedara con los tres puntos, pero Cristopher Fiermarín, arquero de Defensa y Justicia, le tapó la ejecución a Marcelo Estigarribia, para sellar el empate.
En realidad, al empate lo selló el travesaño del arco de calle Chile: allí, en la última jugada del partido, se estrelló un remate de Luciano Herrera, tras conectar un centro de Kevin Gutiérrez. A centímetros estuvo el “halcón” de llevarse tres puntos de oro.
El empate, de todas formas, le quedó bien al partido. En los primeros minutos, hubo un acercamiento por lado: Estigarribia no pudo cabecear cómodo un centro de Joaquín Pereyra, mientras que Nicolás Fernández remató a colocar, desde afuera del área, por arriba del travesaño.
Hasta que, a los 13’, llegó la primera emoción de la noche. Tras un centro cruzado de Guillermo Acosta al área rival, Estigarribia, de cabeza, le sirvió el gol a Renzo Tesuri, que se pudo sacar la mufa, luego de un par de incursiones que no pudo culminar en los minutos previos. Una jugada muy similar a la del segundo gol contra Independiente Rivadavia, en la Copa de la Liga; y sin quererlo, un vaticinio de lo que terminaría sucediendo: un empate amargo.
Pero, por un rato, la hinchada “decana” vivió momentos felices; justo en la misma fecha en la que logró el ascenso del Federal A a la B Nacional en 2008, y en la que se consagró campeón de la B Nacional 2009, cuyos miembros del equipo, al menos algunos (entre ellos, Miguel “Pulguita” Rodríguez), fueron homenajeados en el entretiempo. Precisamente, a la espera de ese reconocimiento, el clima parecía ser el ideal; al menos, hasta los 31’. Desde el gol de Tesuri, y hasta ese minuto, casi nada pasó en el partido, salvo un fallido control de Tomás Durso que paralizó algunos corazones; pero, tras un centro desde la izquierda, un mal despeje de Matías Orihuela le quedó a Gabriel Alanís, quien le puso la pelota en la cabeza a Aaron Molinas, que la clavó contra un ángulo. La amargura, entonces, se apoderó del pueblo “decano”, y cayeron algunos silbidos desde la tribuna.
Aunque el clima cambió en el entretiempo con el homenaje, y hubo un ambiente más festivo, en la segunda mitad, otra vez el fastidio reinó de manera generalizada. Durante los primeros 25’, poco sucedió; ambos equipos se prestaron la pelota, y tuvieron alguna que otra llegada, y hasta tiro al arco, pero no pudieron inclinar la balanza. Francisco Bonfiglio, de buen ingreso, tuvo la situación más clara antes del penal, con un gran control y remate a colocar, que se fue muy cerca del palo izquierdo de Fiermarín. Pero el 1-1 se mantuvo inamovible hasta el final.
Así, reprobado por su hinchada tras el pitazo final, Atlético cerró un primer semestre poco recordable con un empate que le suma poco. Aunque es innegable la mejora con la llegada de Facundo Sava, el “decano” sigue lejos de su mejor versión, y su puesto en la tabla Anual (25°) así lo refleja. El receso será un buen momento para barajar y dar de nuevo en 25 de Mayo y Chile.