Por Inés Páez de la Torre
16 Junio 2024
La llamada “urolagnia” o “urofilia” es una práctica sexual en la que están involucradas la orina y la micción. ¡Y es que hay gustos para todo! Créase o no: se trata de una verdadera atracción que puede expresarse de muchas formas y que encuentra una gran aceptación en el colectivo BDSM (bondage, disciplina y dominación, sumisión y sadismo, y masoquismo).
Pero si bien integra el grupo de las llamadas parafilias o fetichismos sexuales (y aunque la sola idea genere el rechazo de muchos), lo cierto es que los aficionados a la urofilia no se exponen por esta causa a riesgos significativos para su salud. Y hasta algunos conjuran el inconveniente del olor bebiendo agua en abundancia y evitando las proteínas. De hecho -desde Gandhi hasta Madonna- no son pocos los entusiastas de la orinoterapia, que consiste en el uso cosmético o la ingesta de este líquido con fines terapéuticos: aunque sin demasiada evidencia científica, a la orina se le atribuye una gran variedad de propiedades curativas e incluso la han bautizado “el elíxir de la larga vida”.
Un mito griego
Respecto de su connotación sexual, las diversas versiones de esta clase de “deportes acuáticos” reciben nombres de lo más ocurrentes: “las cataratas del Nilo”, “la navegación del Amazonas”, “la fuente de Venus”, “el rocío de la serpiente”, “el riego del roble”. Aunque el clásico y conocido por casi todos es la “lluvia dorada”, expresión que tiene su origen en la mitología griega: Dánae, hija de Acrisio, el rey de Argos, fue encerrada en una torre de bronce luego de que el oráculo le aseguró a Acrisio que sería asesinado por un hijo. Pero esto no amedrentó en sus intentos por seducirla al mujeriego Zeus, quien se metamorfoseó en una lluvia de oro para llegar hasta Dánae. Tanto que le engendró un hijo, Perseo.
Indeseado también por Acrisio, Perseo y su madre fueron arrojados al mar dentro de un cofre.
Havelock Ellis (1859-1939), médico y activista social británico cuyos trabajos sentaron las bases para las investigaciones sobre la sexualidad humana, es considerado el pionero en describir la urofilia. En su obra “Mi vida”, confesó haber padecido disfunción eréctil por muchos años… hasta el momento en que sorprendió a una mujer orinando.
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