Un huevo en descomposición puede ser un gran enemigo. No solo por el desagradable aroma con que impregna los ambientes, sino también por cuestiones de salud. Consumir por error este ingrediente en mal estado puede traer consecuencias como una intoxicación alimentaria.
Aunque la forma más segura de comprobar si un huevo tiene un buen estado o no es abriéndolo, existen trucos para tener una idea de cómo puede estar su composición.
Trucos para examinar un huevo sin abrirlo
Existen al menos tres formas sencillas de conocer el estado de descomposición de un huevo. Para ellas se necesitarán agua, sal y un celular.
Agua con sal
Este método utiliza dos ingredientes que siempre están a nuestro alcance. En este caso se necesitará un vaso con agua con el 10% de sal. Una vez mezcladas y disuelta la sal, se debe sumergir el huevo.
Si este se queda en el fondo del recipiente, significa que es apto para el consumo. Si, por el contrario, flota, es un indicador de que no es un huevo fresco por lo que debería ser descartado. De todos modos, siempre es bueno chequear abriéndolo.
Celular
El truco es sencillo y puede utilizarse tanto un celular como una linterna. Para ver cómo está el huevo, es necesario encender la linterna y colocar el huevo encima de modo que la luz lo alumbre.
Si la luz puede verse en el interior del huevo, está en buen estado. En cambio, si la luz no traspasa el huevo, es altamente probable que esté en descomposición.
Agitación
El último truco no requiere ningún elemento ni ingrediente extra. Consiste en agitar levemente el huevo cerca del oido. Si al hacerlo se siente un movimiento líquido, puede ser un indicador de que está podrido.
Los huevos no deberían hacer ningún sonido al moverse ya que la clara y la yema deben permanecer cada una en su lugar.