Moverse es un signo de salud. Son innegables la cantidad de beneficios que el ejercicio tiene para nuestro bienestar. Así es recomendado por las distintas entidades a todas las personas sin importar su edad. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) diferencia las necesidades de actividad de cada edad.
No importa qué tipo de movimiento sea, la actividad física es beneficiosa en todas sus formas. Ya sea una carrera de 200 metros a toda velocidad o una subida repentina por las escaleras, mover nuestro cuerpo es ventajoso sin poner mucho detalle en cómo lo hacemos. Ahora bien, a lo que debemos prestar más atención es en el tiempo y la dedicación que le ponemos dependiendo de nuestras capacidades y sobre todo a la franja etaria a la que pertenecemos.
Los beneficios de la actividad física van más allá de un buen aspecto corporal
La actividad física es capaz de prevenir y controlar diversas enfermedades, como es el caso de las cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y distintos tipos de cáncer, así como puede regular la presión sanguínea, mantener un peso corporal saludable y no menos importante, cuidar de nuestra salud mental, mejorando nuestra calidad de vida y bienestar.
Sin embargo es importante destacar que las distintas edades necesitan diferentes tiempos y cantidades de ejercicio. Así no es la misma actividad que deberá realizar un niño de 10 años a la que debe hacer una persona de 30. Por ello, la OMS destaca cuál es la frecuencia y nivel de actividad física que requieren los distintos grupos de edad.
La cantidad de actividad física que debemos realizar según nuestra edad
Los menores de un año deberían realizar actividades físicas varias veces al día de diversas maneras, especialmente mediante juegos interactivos en el suelo; cuantas más, mejor. Para los que todavía no andan, esto incluye al, menos 30 minutos en decúbito prono (tiempo boca abajo) repartidos a lo largo del día mientras están despiertos;
Mientras que los niños de 1 a 2 años deberían realizar diferentes tipos de actividades físicas de diversa intensidad durante al menos 180 minutos, incluidas actividades físicas moderadas a intensas repartidas a lo largo del día. Los pequeños de tres a cuatro años de edad por otro lado deberían realizar actividad al menos 180 minutos, de los cuales 60 minutos deberían ser actividades moderadas a intensas.
Los niños y adolescentes de 5 a 17 años por su parte deberían dedicar al menos 60 minutos al día de ejercicio moderado a intenso, principalmente aeróbico como correr o nadar, a lo largo de la semana.
Los adultos de 18 a 63 años deberían realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos; o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
Por último los mayores de 65 años deberían realizar la misma cantidad de ejercicio pero además hacer hincapié en el equilibrio funcional y en un entrenamiento de fuerza muscular moderado o de mayor intensidad, tres o más días a la semana, para mejorar la capacidad funcional y prevenir las caídas.