Abrir un huevo puede ser siempre una sorpresa. A simple vista, es difícil reconocer si se trata de un huevo sano o uno en descomposición. Además, la clara o la yema pueden contener manchas o puntos de colores poco habituales.
Los huevos son aptos para su consumo hasta 28 días después de la puesta de la gallina. Pero incluso dentro de este período la yema pueden tener manchas de coloración roja, marrón o negra. Estos son puntos de sangre que aparecen hasta en el 6% de los huevos marrones -un alto porcentaje- o el 2% de huevos blancos.
¿Por qué aparecen puntos de sangre en los huevos?
La aparición de una manchita de sangre en la yema del huevo puede generar sorpresa. Sin embargo, no implica que esté en estado de descomposición, sino que es algo bastante frecuente, sobre todo en los huevos marrones.
Estos puntos rojizos -que también pueden estar en la clara del huevo-, no representan ningún tipo de peligro. Son coágulos que se producen por pequeñas hemorragias que sufre la gallina ponedora durante la ovulación.
¿Se pueden comer huevos con puntos de sangre?
Las manchas de sangre no representan ningún peligro para la salud. Pueden prepararse y servirse de forma habitual, siempre que tengan la cocción suficiente. Muchas personas sienten algo de impresión, por lo que se puede retirar la parte con coloración, pero no es necesario realmente.
Los factores que sí representan un riesgo son las manchas rosadas o iridiscentes, esto es, con un estilo tornasolado, como el de la nafta derramada. En este caso, se debe descartar el huevo completo.