Intensa-Mente 2: nuevas emociones entran en la cabeza de Riley

La consigna de bucear dentro de la cabeza de una adolescente sorprendió con “Intensa-Mente” hace nueve años a una audiencia deseosa de nuevas ideas. La película de Disney y Pixar generó un gran sacudón en un público que se sentía alejado de la animación y todavía no abarcado por otros géneros cinematográficos, que no encontraba su lugar en los dibujitos infantiles ni el romanticismo juvenil.

El filme permitió que un grupo etario se sintiese dentro de una trama de emociones en conflicto, chocando entre sí, con pocas cosas claras y con contradicciones diarias según quién comandase las acciones que emprendía Riley en cada momento. Alegría, Tristeza, Furia, Temor y Desagrado describieron algo que pocas producciones habían realizado previamente y le hablaron a un sector que necesitaba saber que era escuchado.

La secuela llega ahora con nuevos personajes, que se prometen tan atractivos como los iniciales, y con el desafío de volver a sumergirse en la mente de la protagonista, pero para darle nuevos enfoques y que no termine siendo como una simple segunda parte, sin novedad ni atractivo de fondo.

“Intensa-Mente 2” es el principal estreno de la semana en las salas argentinas, y bien puede asegurarse que es uno de los filmes más esperados del año. Asimismo, marca la largada de la tanda de películas familiares que llegan ya mirando a las vacaciones (de verano en el Hemisferio Norte e invernales en el Sur). Dirigida por Kelsey Mann y producida por Mark Nielsen, la música fue compuesta por Andrea Datzman y producida por Michael Giacchino, con un reparto de doblaje en inglés de primeras figuras que no se las podrá oír en las versiones en español que llegarán a la provincia. En la original, los personajes son interpretados por Amy Poehler, Maya Hawke, Tony Hale, Ayo Edebiri, Kensington Tallman, Liza Lapira, Lewis Black, Phyllis Smith, Adèle Exarchopoulos y Diane Lane, entre otros.

A las habitantes habituales se sumarán en esta entrega Ansiedad, Envidia, Aburrimiento y Vergüenza, cada emoción con su propia identidad lo que le agregará complejidad y desafíos a la historia madre. Para recibirlos se está remodelando el cuartel general, por lo que los escombros están por doquier y nadie sabe con precisión cómo puede quedar el lugar. Esa incertidumbre es la misma que vive Riley en su cotidiano. A ellos se sumará un quinto personaje: Nostalgia, representada como una abuelita cuya “inclusión probablemente refleje recuerdos pasados que influyan en el desarrollo emocional de la protagonista”, se adelanta.

El productor ejecutivo Jonas Rivera admitió que las figuras en disputa serán Alegría y Ansiedad. “A Alegría le gusta que las cosas sigan siendo como siempre, pero en esta segunda película aprenderá una nueva lección en una etapa diferente de la vida de Riley”. Es que su presente se complejiza con nuevos sentimientos, preocupaciones y necesidades, que reflejan el paso de la infancia a la adolescencia, entre lo viejo y conocido y lo nuevo y desafiante, como transcurre en dos escenarios: el mundo real, en el que la protagonista interactúa con su familia, sus amigos y las jugadoras de hockey sobre hielo; y el de la mente, en el que sus emociones la ayudan a enfrentar los nuevos desafíos que se le presentan.

“La primera película estaba relacionada con recuerdos y queríamos expandir ese mundo en la segunda. La idea de las creencias nos pareció como una progresión natural para Riley, que ahora tiene 13 años. ¿Y de qué están hechas las creencias? ¿Cómo afectan a la mente? ¿Cómo se relacionan con el sentido de identidad? Todos esos interrogantes nos parecieron muy ricos desde el punto de vista emocional”, explicó el guionista Dave Holstein.

Sistema de creencias

Jason Deamer tuvo a su cargo el diseño de producción del filme, y construyó un entorno del sistema de creencias con el propósito de “que fuera imponente, porque queríamos que fuera sobrecogedor cuando las emociones van allí”. “Hay un lenguaje de formas muy específico; son generalmente redondeadas y suaves, las describiría como vidrio pulido en cuanto a la textura. Los bordes externos son suaves, los internos pueden ser afilados. En el mundo de la mente no hay muescas ni astillas”, agrega el director de set, Joshua West. “Esta vez, la protagonista sale de San Francisco para competir en otras ciudades. Está literalmente fuera de su entorno. El mundo tiene que sentirse extraño e incómodo”, señala Rivera, y completa Deamer: “El mundo real es desordenado, la pintura está salida, los materiales tienen más textura, hay excremento de pájaros y grafitis”. De ese modo, todo es más agresivo y peligroso que el refugio dentro de uno, con una mente prístina.

Pero ambos entornos sufren el proceso de cambio, propio de la inestabilidad de Riley mientras experimenta nuevas emociones, que fueron tomadas de bases científicas y, fundamentalmente, de las opiniones de un focus group integrado por chicas de entre 13 y 16 años. El productor Mark Nielsen precisa que fue “un equipo diverso, con diferentes orígenes e intereses; algunas estudian música y otras son atletas”. Durante tres años aportaron lo que consideraban central para que se vea en pantalla y poder sentirse identificadas.

Debutantes

Ansiedad

Ansiedad se suma a la lista de emociones que aparecen en la primera película, con un característico color naranja. “Es nueva en el equipo, pero no es de las que se quedan en un segundo plano. Eso tiene mucho sentido si lo pensás en términos de lo que ocurre dentro de nuestras mentes”, explicó la directora Kelsey Mann. Según la Universidad de Navarra (España) es una emoción normal que se experimenta en situaciones en las que el sujeto se siente amenazado por un peligro externo o interno. Cuando las preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes son recurrentes y sobre situaciones diarias, se transforma en un trastorno que puede derivar en un ataque de pánico, advierte el portal de la Clínica Mayo.

Envidia

Otro de los nuevos personajes es Envidia, pequeña pero muy presente, que quiere tener todo lo que los demás poseen y se la pasa suspirando por no conseguirlo. Llama siempre la atención, aunque sin maldad. Siempre está azul, y desea los atributos de los demás personajes.

Aburrimiento

Es el miedo de todos los padres. Cuando un niño se aburre, hay un reclamo constante. En la película, se la presenta como un personaje al que no le importa nada lo que suceda a su alrededor con apatía y desinterés; sólo parece prestarle atención a su celular y habla con acento francés. “Su representación añade un carácter moderno”, se adelanta.

Vergüenza

Su físico corpulento y el brillante color rosa que domina sus mejillas cada vez que es observado caracterizan a vergüenza en el filme, aunque sea un personaje cuya máxima aspiración es pasar desapercibido y alejado de toda mirada. Sus manos sudan constantemente y quiere vivir escondido.