En una parroquia de la ciudad de Buenos Aires se realizó una misa en la que hubo cánticos y consignas contra el presidente, Javier Milei. El encuentro religioso tuvo lugar en la Iglesia de la Santa Cruz, en el barrio de San Cristóbal, en recordatorio de Nora Cortiñas.
El episodio de los cántitos contra la gestión libertaria ocurrió durante una celebración en homenaje a Nora Cortiñas y Víctor Ernesto, el hijo fallecido de Adolfo Pérez Esquivel. La misa se salió del tradicional libreto ritual, cuando en medio de la ceremonia, hubo cantos y consignas contra Milei.
Madres de Plaza de Mayo
El hecho se conoció por un video que circuló por las redes sociales. En las imágenes, los feligreses entonaron la consigna “No se vende, la Patria no se vende”, uno de los cánticos que más se escuchan en las movilizaciones y actos opositores contra el Gobierno.
La misa fue el domingo pasado, durante una misa convocada para honrar la vida de Nora Cortiñas, referente de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, así como de Víctor Ernesto, hijo de Amanda y Adolfo Pérez Esquivel.
La celebración fue encabezada por el cura Carlos Saracini, quien viajó desde la ciudad de Montevideo para organizar y llevar a cabo el ritual. En el convite también estuvo el colectivo Palotinos por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Un lugar con historia
Esta iglesia es un sitio histórico de la Ciudad. Allí se produjeron los secuestros en manos de efectivos de la Armada encabezados por el exteniente Alfredo Astiz en el último proceso militar.
En ese lugar ocurrió uno de los episodios más siniestros del régimen militar, cuando un 8 de diciembre de 1977 fueron secuestrados nueve familiares -entre ellos la monja francesa Alice Domon, las madres Esther Ballestrino de Careaga y Mary Ponce de Bianco- y dos días después la fundadora de Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor y la religiosa Léonie Duquet.
Acusado como un de los principales responsables fue Astiz, quien se infiltró entre los familiares con el pretexto de tener un hermano desaparecido y proporcionó luego los datos para que el grupo de tareas se presentara en la parroquia, llevándose a los nueve familiares que habían sido marcadas con un beso por el genocida.
Los secuestrados fueron trasladados y torturados en la ESMA, y arrojados al mar con vida en los conocidos “vuelos de la muerte”. La Iglesia de Santa Cruz fue creada por la comunidad pasionista. Ahí hoy descansan los restos de las madres fundadoras De Careaga y Ponce de Bianco.