Hoy, 11 de junio, se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Próstata, una de las enfermedades que más afecta a los hombres mayores de 50 años. En este contexto, los profesionales de la salud exhortan a toda la población masculina a seguir de cerca los síntomas para una detección temprana de esta patología.
Este tipo de cáncer suele crecer muy lentamente. Si no se propaga a otras partes del cuerpo, es posible que no cause problemas graves. No obstante, existen tumores de alto riesgo que pueden avanzar rápidamente y diseminarse a otras zonas. Se estima que uno de cada siete u ocho hombres va a tener cáncer de próstata a lo largo de su vida.
Un dato importante es que la mayoría de los varones diagnosticados con cáncer de próstata no morirá por esta causa. Mientras el riesgo de padecer la enfermedad en el tiempo de vida alcanza a uno de cada ocho, sólo un 3% fallecerá por este tumor.
Cómo se detecta el cáncer de próstata
Se puede realizar la detección temprana a través de exámenes de rutina, como el antígeno prostático específico (PSA) y el examen rectal digital (ERD), que es fundamental para un diagnóstico precoz del cáncer de próstata, incluso en ausencia de síntoma. Una vez detectado a través de la biopsia se procede a realizar la estadificación para determinar si el tumor está localizado o diseminado. Para ello se utiliza el centellograma óseo y la tomografía computada de abdomen y pelvis.
Mediante ERD, el médico palpa la próstata en busca de bultos o alteraciones. Mientras que el PSA se mide a través de un análisis de sangre: un nivel alto de PSA en la sangre puede ser un signo de cáncer de próstata, pero no siempre: muchas causas benignas también pueden elevarlo.
¿Se puede prevenir el cáncer de próstata?
Hacer cambios saludables en el estilo de vida puede ayudar a prevenir algunos tipos de cáncer de próstata. Estos cambios incluyen: mantener un peso adecuado, no fumar, hacer ejercicio en forma regular y llevar una dieta adecuada.
"La dieta juega un papel fundamental en la salud prostática y podría contribuir en la disminución del riesgo de cáncer", afirma Vitagliano. Por eso, sostiene que es recomendable seguir un plan que incluya los siguientes alimentos:
Verduras de la familia de las crucíferas, como el brócoli, el repollo y la coliflor
Vegetales ricos en omega-3
Alimentos ricos en vitamina E como la margarina, los aceites vegetales, frutos secos y semillas, germen de trigo y granos enteros
Alimentos ricos en fibra, como los cereales integrales
Alimentos ricos en licopeno como el tomate, pomelo rosado y sandía
Alimentos ricos en selenio como los frutos secos, mariscos, pescado, salvado de trigo, germen de trigo, la avena y el arroz integral
Consumir soja: sus isoflavonas ayudan a reducir los niveles de dihidrotestosterona (DHT), una hormona masculina que favorece el crecimiento excesivo de tejido de la próstata
Evitar los picantes, el alcohol, la cafeína y aquellas sustancias que irriten el tracto urinario
Disminuir el consumo de carnes rojas y grasas saturadas
Beber mucha agua para mantener la vejiga limpia