"Alperovich convirtió a su sobrina y colaboradora en un objeto para su placer sexual"

"Alperovich convirtió a su sobrina y colaboradora en un objeto para su placer sexual"

El fiscal Sandro Abraldes pidió 16 años y seis meses de prisión para el ex gobernador.

CONTUNDENTE. Así fue el alegato del fiscal Abraldes. Se extendió durante cinco horas y usó un powerpoint. Foto de Tomás Cuesta - Especial para La Gaceta CONTUNDENTE. Así fue el alegato del fiscal Abraldes. Se extendió durante cinco horas y usó un powerpoint. Foto de Tomás Cuesta - Especial para La Gaceta

José Alperovich convirtió a su sobrina y colaboradora en un objeto para su placer sexual. No la quería para que trabajara con él, la quería para su cama. Ella fue su capricho, su “permitido”. Ella fue su comida. La comida de un señor Mandón. De un señor al que no se le podía decir que no.

Así, con esas palabras, el fiscal Sandro Abraldes mantuvo la acusación contra el ex gobernador tucumano durante un alegato que duró cinco horas y tras el cual solicitó que fuera condenado a una pena de 16 años y seis meses de prisión.

Abraldes expuso ante el juez Juan María Ramos Padilla, titular del Tribunal Oral en lo Criminal n° 29, quien preside las audiencias que se vienen llevado a cabo desde el 5 de febrero en Capital Federal. El juicio se sustenta en la denuncia que realizó en 2019 una joven que en ese momento tenía 27 años, que había comenzado a trabajar con Alperovich a fines de 2017 y que es sobrina de quien fue el hombre fuerte de la política tucumana.

Utilizando un powerpoint para sustentar cada una de sus afirmaciones, Abraldes desgranó los nueve casos de abuso sexual que la joven dijo haber sufrido. Hizo así un viaje imaginario a la torre de Puerto Madero en la cual Alperovich tiene dos departamentos en uno de los cuales, según la denuncia, se produjeron los primeros ataques sexuales el 14 y el 27 de diciembre de 2017. El resto de los hechos ocurrieron en Tucumán, primero en sendos viajes al interior durante actos de campaña que el ex gobernador realizaba, donde la joven dijo haber sido abusada dentro de vehículos, y luego en tres ocasiones en dos domicilios, uno ubicado en Yerba Buena y otro en El Corte, donde según la denuncia se produjeron los ataques más violentos.

Abraldes consideró probado todo lo que dijo la joven quien, además de declarar durante la instrucción, lo hizo el primer día del juicio durante siete horas. “Este juicio es un juicio sobre la impunidad del poder. Ella estaba en un escenario de sometimiento. En una situación de cautividad”, dijo Abraldes ante la mirada apesadumbrada de Alperovich, quien estuvo acompañado por sus hijos Gabriel, Mariana, Sara y Daniel. Y luego, para dejar en claro que se trata de un ataque sexual en el marco de una sociedad machista, aseveró que no es cierto que “son los dichos de ella contra los de él”.

“Ella, como denunciante, tiene la obligación de decir verdad. Él, como imputado, no. El relato de ella es veraz y consistente. Su denuncia es desinteresada. Buscaba justicia, no otra cosa”, reafirmó el funcionario público.

“Alperovich tejió una red con la que la atrapó. Usó técnicas combinadas para abusar de su sobrina: ostentaba dinero, manejo político y luego la denigración. No es solo su testimonio lo que da fuerza a su denuncia. Hay múltiples pruebas y testimonios que avalan lo que ella dice”, añadió.

En detalle

Según Abraldes, Alperovich creía que todo lo podía. “Fue el constructor de su propio poder. Todo se hizo como él quería. Era dueño de todo”, remarcó. “Van cinco años de proceso judicial. La víctima se puso al hombro su propio dolor. El profesionalismo de ella era la forma de sobreponerse a los ataques sexuales. Ella da detalles de todo lo que dijo sufrir. Se somete a todos los actos procesales. Todo lo contrario a Alperovich y a su hija Sara”, destacó.

Abraldes también desestimó la hipótesis de Alperovich y de su defensa acerca de que él era víctima de una campaña política montada para desprestigiarlo y que se concretó luego de que él no la incluyera a ella en una lista para legisladores en las elecciones de 2019. “¿Toda la denuncia por no haber tenido un lugar en la lista de candidatos? ¿Esa es la defensa que esgrimen? Esa es la defensa que quiere hacer Alperovich que habla de un complot. No es creíble. Si realmente hubiera querido perjudicarlo habría hecho la denuncia antes de las elecciones, y no casi cinco meses después. Esto no se puede sostener”, alertó. E hizo hincapié en algo que la defensa esgrime con mucha fuerza: el hecho de que la joven hubiera renunciado casi un año después de haber sufrido supuestamente los ataques y de que no sólo no hubiera dicho nada antes sino que, mientras se cometían, tampoco pidió ayuda o intentó escapar.

“No existe un manual de reacción de la víctima. Algo que suponga cómo pueden responder ante lo que le sucedió a la denunciante. La víctima se sentía prisionera y estaba a merced del abusador. Ella no estaba empoderada cuando trabajaba con él, como Alperovich dijo. Empoderada está ahora que afronta este proceso judicial y pudo rehacer su vida”, afirmó. Y fue muy duro con varios de los testigos que pasaron a lo largo del juicio: “los que mintieron le tienen miedo Alperovich o le deben un favor”.

Tampoco se olvidó del ex gobernador tucumano Juan Manzur, de quien dijo que, en vez de ir a declarar como se le solicitaba, “se escondió detrás de un zoom”. “Después critican, pero cuando tienen que venir a colaborar con la Justicia hay que ponerlos contra la pared”, lanzó el fiscal. Y no se olvidó de la no participación de la Justicia Federal en el caso: “la Justicia es independiente, pero alguna más y otra menos. Las vueltas que dio la Justicia Federal para colaborar con la investigación fueron una vergüenza”.

También sostuvo que era mentira que Alperovich tenía un amplio reconocimiento a las mujeres, como él mismo dijo en la audiencia. “Se jactó de haber nombrado a la doctora (Claudia) Sbdar como primera mujer en la Corte, pero lo cierto es que su primer candidato había sido Francisco Sassi Colombres y la Nación se lo bajó, La doctora Sbdar era su plan B, no la titular”, advirtió. Y agregó: “todas las mujeres que lo acompañaron como ministras o funcionarias en el gobierno eran parientes suyas”.

Finalmente, y sin dejar de mirar al imputado, Abraldes afirmó: “el poder de Alperovich es grande. Pero la falta de compromiso para con la denunciante lo es más. Le corresponde a usted, señor juez, ponerle el cascabel al gato. Alperovich debe pagar con su libertad ambulatoria por lo que hizo”.

Lo que pidió el fiscal Sandro Abraldes

1- Condena de 16 años y seis meses de prisión para José Alperovich por haber cometido “diez episodios” de abuso sexual simple, en tentativa, y con acceso carnal.

2- inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos.

3- Que se indemnice a la víctima.

4- Que se ordene una custodia para el imputado hasta que termine el juicio y que en caso de una condena se ordene su inmediata detención.

5- Solicitó que, de ser condenado, se incorpore el perfil genético del acusado a la lista correspondiente a los delitos contra la integridad sexual.

6- Requirió la inhibición general de bienes del imputado “para poder satisfacer” la recompensa hacia la víctima.

7- Adelantó que denunciará a José Alperovich por peculado de servicios, al usar recursos del Estado para su campaña.

8- Adelantó que denunciará a Alperovich y a la ex senadora Beatriz Mirkin por el nombramiento en el Senado de la denunciante “con un uso electoral”.

9- Reiteró el pedido de que se investigue por falso testimonio al custodio David Cayata, al empresario Víctor Decataldo, al mozo Manuel Frías, al ex candidato Juan Luis Laino y a la misma ex senadora Beatriz Mirkin.

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