Investigar y publicar en inglés: la clave para rankear bien entre las universidades del mundo

La consultora británica Quacquarelli Symonds (QS) elaboró un ranking mundial de universidades en el que incluyó a 25 instituciones argentinas. La Universidad de Buenos Aires (UBA) fue reconocida como la más prestigiosa de América Latina (71°), y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y la Universidad Nacional Tucumán (UNT) lograron hacerse un espacio en el top 1.500 (ocupan los peldaños 1.138° y 1475° respectivamente). Sin embargo, en otras clasificaciones publicadas recientemente, como la del Center for World University Ranking (CWUR), las casas de estudios tucumanas ni aparecen, y sólo ocho universidades argentinas lograron posicionarse en el top 2.000. A grandes rasgos, esta diferencia encuentra su explicación en el tamaño de la muestra analizada y los criterios de evaluación. Pero hay dos prestaciones universitarias que pesan mucho: la investigación y la publicación de trabajos científicos en revistas anglosajonas.

Para seleccionar las mejores 2.000 universidades del mundo, CWUR calificó el desempeño y el perfil de 20.966 instituciones académicas de todo el planeta. Tuvo en cuenta cuatro indicadores: la educación (basada en el éxito académico de los ex alumnos egresados de una universidad); la empleabilidad (basada en el éxito profesional de los ex alumnos egresados de una universidad); el “staff” docente (medido por la cantidad de miembros de la facultad que han recibido las más altas distinciones académicas) y la investigación (trabajos y apariciones en revistas científicas). A diferencia de otros rankings, este último parámetro incide significativamente en la puntuación: aporta el 40% de las unidades en juego.

En ese sentido, las publicaciones que más relevancia otorgan son aquellas que se realizan en revistas de los Estados Unidos y del Reino Unido. Por ese motivo, las instituciones argentinas quedan más relegadas: la Universidad de Buenos Aires ocupa el puesto 390 en la clasificación seguida por las La Plata (732°), Córdoba (974°), Rosario (1.517°), Litoral (1.675°), Cuyo (1.747°), Mar del Plata (1.763°) y la Universidad Nacional del Sur (UNS) con sede en Bahía Blanca (1.895°).

En el caso del ranking elaborado por QS la cosa cambia. En lugar de analizar 2.000 universidades (como lo hace CWUR), se tienen en cuenta “sólo” 1.503. Es decir, las instituciones argentinas tienen menos competencia y, por lo tanto, más chances de hacerse un espacio en el top. Los parámetros de selección del ranking QS también son distintos. Los indicadores considerados comprenden la reputación académica (30%); la reputación entre empleadores (15%); el impacto de la investigación (20%), la proporción de profesores por alumno (10%), y el grado de internacionalización de la matrícula de estudiantes (5%), de los profesores (5%) y de la investigación (5%). Además, se incorporaron dos nuevos criterios: la empleabilidad (5%) y la sostenibilidad (5%).

La metodología de calificación de QS favoreció en gran medida a las instituciones argentinas. Por ejemplo, la UBA (71°, 219 puestos más arriba que en el ranking CWUR), se hace fuerte en los parámetros “reputación académica (35° en el mundo)”, “reputación del empleador” (38°) y “resultados laborales” (13°). Aunque el criterio “citaciones por facultad” sea bastante bajo, su desempeño en los otros indicadores le permitió conseguir un lugar significativamente más alto en la tabla.

El ranking de QS también favoreció a dos casas de estudios tucumanas. La Universidad Tecnológica Nacional (puesto 1.138° en la tabla global y el 15° en Argentina) y la Universidad Nacional de Tucumán (1.475° y 25° entre las argentinas) son las instituciones que lograron hacerse un espacio en la lista. Además de las tres universidades mencionadas, ingresaron a la nómina de QS otros 22 establecimientos argentinos, es decir, tres veces más que las que entraron a la de CWUR.

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