“Se trata de un secuestro muy grande para haberse dado en contexto de encierro. Quizás no tanto en cuanto a la droga incautada, pero sin dudas es importante en cuanto a la cantidad de teléfonos que secuestramos y a los elementos punzantes que hallamos y que luego utilizan para agredirse entre ellos (los presos) y también al personal penitenciario”, señaló Antonio Quinteros, el director general del Servicio Penitenciario, quien hizo referencia a la requisa que realizó el Grupo Antimotines y Requisas (GAyR) en la unidad 10 del penal de Villa Urquiza.
Los guardiacárceles secuestraron 15 celulares, de los cuales 11 no pudieron establecer a quiénes pertenecían. También una gran cantidad de puntas carcelarias y cuchillos “hechizos”, ocho bochas de marihuana y 12 pastillas de psicofármacos. “Al no contar con escáneres, sabemos que siempre después de las visitas pueden llegar a burlar la seguridad y pasar droga u otros elementos. Por eso requisamos luego, ante esa posibilidad. En este caso me sorprende el número de celulares que hallamos, porque con uno nada más pueden hacer muchas cosas, pero 15 móviles que no estaban autorizados es un montón”, señaló Quinteros, que aclaró que los reos pueden utilizar celulares, pero de manera controlada: 30 minutos a la mañana y otros 30 a la tarde, siempre en presencia de un guardiacárcel. “A diario estamos secuestrando teléfonos en las celdas”, agregó. Las requisas estuvieron a cargo de la subcomisario Fátima Giménez y su equipo.
Presos de todo tipo
La Unidad 10 del penal estaba destinada a penados federales por narcotráfico, pero por la crisis carcelaria actualmente alberga también a presos de todo tipo. En el informe se aclara que hoy están alojados por causas federales 29 condenados y 11 procesados, mientras que por causas provinciales hay 128 condenados y 12 procesados.