Por Joel Katz
05 Junio 2024
MATÍAS NÁPOLI ESCALERO / ESPECIAL PARA LA GACETA
Aunque en el fútbol habitualmente los puntos más altos de los equipos suelen darse cuando juegan de local, poder mantener cierta regularidad en las actuaciones también cuando se juega de visitante es clave. Y eso es algo en lo que Atlético, en cuanto a resultados pero también en cuanto a rendimiento, está todavía en deuda en esta temporada.
En 2024, el “decano” lleva disputados nueve partidos fuera del Monumental y los números son bastante flojos: en esos juegos apenas sumó tres empates; mientras que perdió los seis duelos restantes (tres puntos de 27 posibles, un 11,1% de efectividad). Además, solamente pudo convertir tres goles mientras que recibió 18 tantos. Es decir, un promedio de dos por partido.
Diferente es lo que sucede en el José Fierro, en donde de nueve partidos ganó dos, empató seis y perdió solamente uno (12 puntos de 27, un 44,4%). En su estadio, al “decano” le convirtieron nueve goles (promedio de uno por partido) y anotó ocho. Estadísticas que deben mejorar mucho, pero que siguen siendo superiores notablemente a lo que sucede fuera de Tucumán.
Dejando lo puramente estadístico de lado, es necesario hacer una salvedad. En el arranque de la Liga Profesional, la imagen que mostró Atlético fuera de casa no es la misma que había dejado en la Copa de la Liga, en la que salir de Tucumán era prácticamente una derrota asegurada.
De hecho, en los primeros tres partidos del torneo pasado, todavía con Favio Orsi y Sergio Gómez en el banco, el “decano” sólo sumó derrotas: un inapelable 0-3 contra Instituto en Córdoba, en el que fue superado en todas las líneas; un 0-2 ante Barracas, con un rendimiento muy bajo; y un 0-1 contra Riestra, en el que el equipo tuvo poco juego ante un rival inferior.
El siguiente partido fuera de casa fue en Santiago del Estero contra Central Córdoba, con Diego Barrado como interino. Allí, la imagen fue otra. El equipo mereció un poco más, e incluso no le cobraron un penal cerca del final del partido, por lo que el 0-0 del marcador no se alteró. Así, el “decano” sacó su primer punto fuera de Tucumán en el año.
Dos fechas después, ya con Facundo Sava como DT, sufrió una de las derrotas más duras 2024: 1-4 contra Talleres, en la que se vio un equipo muy desordenado y descoordinado. En ese juego Justo Giani cortó la racha de ocho partidos sin convertir que arrastraba el equipo.
Eso sí, aunque en el siguiente partido como visitante (1-1 ante Independiente) dejó una mejor cara y estuvo muy cerca de lograr un triunfo (el “rojo” lo empató sobre el final), el torneo cerró con un 0-4 ante Huracán que volvió a sembrar muchas dudas.
El arranque de la Liga Profesional arrojó otras sensaciones. El primer partido de visitante fue, en Córdoba contra Talleres; pero esta vez, el “decano” fue mucho más competitivo y hasta se adueñó del partido durante el primer tiempo. La falta de eficacia le jugó en contra y la “T” lo golpeó en los momentos justos y consiguió un exagerado 2-0.
El último fin de semana, en Liniers, Atlético volvió a ser un visitante “molesto” que se caracterizó por la intención de salir a buscar el resultado sin importar el rival que tenía en frente. Así logró ponerse en ventaja, aunque terminó empatando 1-1 frente al vigente subcampeón del fútbol argentino.
Pero aún cuando estos últimos partidos abren otro panorama para los juegos de visitante, lo cierto es que el “decano” necesita resultados. La última vez que ganó fuera de casa fue en noviembre del año pasado cuando se impuso 2-1 a Gimnasia en La Plata por la fecha 13 de la Copa de la Liga. Pero incluso ese éxito fue un oasis. En todo 2023 apenas sumó cuatro triunfos lejos de casa en los 21 partidos que disputó en esa condición. En los duelos restantes, empató nueve veces y perdió en ocho ocasiones. Es decir, obtuvo un 33,3%, una cosecha no tan alta pero tampoco nada despreciable.
Por eso, poder al menos acercarse a un porcentaje similar es el objetivo que tendrán Sava y sus dirigidos en el segundo semestre. Además de hacerse fuertes en casa, empezar a sumar más afuera puede ser una de las claves para encarrilar una campaña que lejos está de ser la mejor.
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