La recién electa presidenta de México, Claudia Sheinbaum, enfrenta su primer reto: convencer a los mercados de que habrá prudencia fiscal y estabilidad macroeconómica durante su gobierno.
Sheinbaum, quien gobernará con mayorías legislativas según la proyección de las autoridades electorales, se apresuró a ratificar en el cargo al secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, luego de que el lunes la Bolsa mexicana se desplomara 6% y el peso perdiera un 4,3% frente al dólar. El propio ministro reforzó el mensaje este martes durante una llamada con inversionistas, que según medios mexicanos duró apenas dos minutos.
La nueva administración, que arrancará el 1 de octubre, tendrá como prioridad “la estabilidad macroeconómica, prudencia fiscal y la viabilidad” de sus objetivos fiscales, según la transcripción de lo dicho por el funcionario, que difundió la secretaría de Hacienda.