Una buena parte de la declaración de José Alperovich estuvo relacionada a cuestiones políticas, vitales para la vida en Tucumán en ese momento (del 2017 al 2019) y que fueron objeto de varias preguntas, tanto de la defensa como de la querella. Así habló por ejemplo de la ruptura de relaciones con el ex gobernador y actual senador Juan Manzur.
“Él (Manzur) empezó a tener celos cuando supo que yo quería ser gobernador. Me sacó los custodios y la combi en la que nos trasladábamos. Él me había dado el cargo de asesor ad honorem con rango ministerial, por lo que yo podía aportar al gobierno. Me dieron custodios y me prestaban el avión para viajar. Cuando yo hago saber que quería competir para la gobernación me dejaron solo. De todos los dirigentes que yo tenía me quedé sin nada. Ahí tuve que empezar a inventar candidatos. Fue un momento de mucho estrés para todo el equipo”. Y recordó: “al entonces ministro Miguel Acevedo yo lo hice crecer y hoy es vicegobernador. Trabajó conmigo desde que yo era ministro de Economía. Toda esa gente (ministros y funcionarios) crecieron conmigo. Los hice yo. ¡Mirá cómo me tratan ahora!”, expresó. Y recordó lo sucedido en las elecciones. “Yo no había dimensionado lo que era el aparato del peronismo. No pensé que fuéramos a perder así en las elecciones. Fui un tonto. Juan Manzur entró al gobierno como ministro porque yo lo llamé. Y después fue gobernador. A Jaldo lo puse como interventor de la Caja. Acevedo trabajó conmigo y hoy es vicegobernador. Betty Mirkin fue senadora. Mi mujer fue presidenta del Justicialismo y senadora. Yo conducía bien. Quería hacer un proyecto y cambiar”, remarcó.
Empleado de Manzur
Luego analizó: “cuando uno es gobernador tiene poder. Después no es nadie. En el Senado yo era un empleado de Manzur. Cuando Manzur era gobernador tenía a los intendentes. Hoy no tiene nada. El peronismo es cruel”. Y también advirtió: “todo el mundo que trabaja en la política quiere un cargo. Es así. Se busca un cargo. Uno tiene que armar una lista con los que te traen votos. A mi me vino a ver un señor (Armando) Cortalezzi que no había trabajado en la campaña. Pero me traía 50.000 votos. Y lo puse segundo en la lista”.