Las pizarras de las estaciones de servicio ya reflejan el primer aumento de junio: las naftas súper y Premium subieron un 4,02%, mientras que el diésel se reajustó un 2,57%. De esta manera, el combustible más económico ahora vale $ 1.010, mientras que el Infinia se incrementó a $ 1.216. Por su parte, el D-500 ahora cuesta $ 1.079 y el Infinia D $ 1.277. A su vez, el metro cúbico de Gas Natural Compromido (GNC) promedia los $ 526 y, por ahora, no registró variaciones en el precio.
Con estos aumentos, la nafta súper evidenció una variación en el año del 63%; un poco más abajo se ubicó la Infinia, con un 62%. El diésel, en tanto, se incrementó un 60%. Lo más llamativo ha sido el aumento del valor del GNC que, en los primeros cinco meses de este 2024, ya acumula un 65%.
En la comparación interanual, de los combustibles líquidos, la nafta súper fue la que más subió, un 342%, mientras que el GNC lo hizo un 343%.
La suba se explica con la decisión del Gobierno nacional de desdoblar la actualización de impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC).Este mes será del 1,2% y se aplicará otro reajuste similiar durante julio. A esto se suman los ajustes que aplicaron las petroleras para mantener su rentabilidad.
El de hoy es el sexto incremento que se registra en el año. Las compañías petroleras advirtieron que los precios aún están retrasados, aunque admitieron que deben aflojar los ajustes por la fuerte caída en el consumo, en medio del escenario recesivo. Durante el primer cuatrimestre, la venta de combustibles evidenció una caída del 9% respecto de igual período de 2023. La mayor contracción en las operaciones se exteriorizó en el volumen del gasoil (baja del 10,3%), mientras que las naftas cayeron un 7,9%.
En abril, la empresa YPF concentró el 54,7% del total de las ventas, seguida por Shell con el 23,1% y Axión (PAE) con el 12,1%; el resto de las empresas participaron del 10,1% de las ventas del mes, de acuerdo con un informe de la Secretaría de Energía de la Nación.
En términos relativos, el volumen comercializado por YPF exhibió una contracción del 11% interanual; en Shell cayó 14,1% y en Axion -19,2%; el resto de las empresas vieron un descenso del 20% en sus ventas agrupadas.