Cartas de lectores: peste
01 Junio 2024

En todos los tiempos hubo pestes, últimamente Covid-19, Bronquiolitis, Dengue, etc. Esta es otra historia poco conocida. Corría el mes de mayo de 1934 (Frías, Sgo. del Estero), una madre angustiada y desconcertada había permanecido en vela toda la noche acurrucando entre sus brazos a su hijo acosado por una fiebre que superaba los 40 grados. El pequeño mostraba llagas en la zona abdominal de la que supuraba un líquido blancuzco y maloliente, ganglios infectados, etc. Pasteurella Pestis (Peste Bubónica). En esas mañanas grises y frías de mayo, varias personas habían perdido la vida, el pánico se apoderó de sus habitantes, se cerraron escuelas, edificios públicos y un fuerte olor a muerte envolvía cada rincón del pequeño poblado. Un hombre emerge en medio de tanta angustia, desesperación y muerte: el Dr. Eliseo Fringes que se había graduado de médico cirujano en la Universidad Nacional de Córdoba en 1917. Junto a él se encolumnaron los farmacéuticos M. Gramajo, G. Pieroni y A. Vergara. El 17 de mayo se establece un cordón sanitario para evitar que la epidemia se propague fuera de los límites del pueblo. Nadie podía entrar ni salir de Frías, ningún tren se detiene en la estación local, ni tampoco el transporte público de pasajeros pasante que se dirigen a las provincias vecinas (Córdoba, Tucumán, Catamarca, etc.) y el Ejército se encarga de mantener el orden y la seguridad para que la medida se cumpla. El Dr. Fringes enfrenta la epidemia trabajando sin cesar durante el día y la noche con el sólo afán de evitar la muerte de más conciudadanos. Resulta imperioso destacar el pequeño grupo de acompañantes en la tarea: los enfermeros D. Terrera, M. Ocon de Contreras, G. de Rodríguez y una vecina, Modesta de Burgos. Ese hombre se convirtió en el gran sanador, altruista y rico en virtudes públicas. Por ello, las autoridades municipales y educativas de la época, en reconocimiento a su desinteresada labor, impone por decreto municipal N° 45 a un populoso barrio de la localidad el nombre de Dr. Eliseo Fringes. Igual criterio se adopta con el edificio de la Escuela Nacional N° 28 (hoy, Provincial N° 750), Dr. Eliseo Fringes. En 1966, el Rotary Club Distrito Santiago del Estero instituye el premio al servicio distinguido, otorgándoselo al médico friense con medalla y diploma. La práctica ferviente de su apostolado por la medicina, acompañado de una profunda fe cristiana, se apagó el 19 de marzo de 1967. Se iba el médico poeta. Se marchaba para siempre un hombre sencillo, desinteresado, y el pueblo, ya ciudad, observaba la partida de un gran hombre.

Eduardo Guillermo Fringes                                               

Balcarce 1.455 - S. M. de Tucumán

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