Perdió a sus padres y parecía que su carrera se acababa, pero hace unas semanas se consagró campeón nacional de judo

Perdió a sus padres y parecía que su carrera se acababa, pero hace unas semanas se consagró campeón nacional de judo

Víctor González quiere llegar a los eventos internacionales y que sus alumnos estén en el seleccionado

Perdió a sus padres y parecía que su carrera se acababa, pero hace unas semanas se consagró campeón nacional de judo

Unas semanas atrás en Carlos Paz, Víctor González sumó un nuevo hito a nivel nacional. El judoca tucumano, de 25 años, se acostumbró a subirse a podios desde su aparición en la disciplina. Pero este título nacional, conseguido en la categoría -90 kilogramos (dos años después de su último título nacional) fue probablemente uno de los más especiales de su carrera: se dio meses después de haber perdido a sus dos padres.

El primer golpe para “Tití”, como lo apodan sus amigos, llegó en abril del año pasado. Su papá, también de nombre Víctor y quien lo inició en el deporte, falleció. Sobre el cierre del 2023, Víctor y sus hermanos, también, perdieron a su mamá Alejandra; dos golpes difíciles de superar. “Fue un dolor muy grande, me devastó física y mentalmente. Fue durísimo porque ellos me acompañaron en todos los torneos y eran mis pilares principales”, dice en diálogo con LA GACETA.

Sin embargo, el judoca logró hacerse fuerte ante la adversidad también gracias a la enseñanza de sus padres. “Ellos nos prepararon para seguir adelante, y estamos capacitados para todo”, aseguró. Y vaya si lo demostró.

Ya lo había hecho en noviembre del año pasado cuando obtuvo la medalla de bronce en el Nacional Clausura de Santiago del Estero, pocos meses después de la muerte de su padre; y lo hizo aún de mejor manera en Carlos Paz, en donde se quedó con el oro.

“El título de campeón nacional abarca muchos sentimientos. Son eventos contundentes de un excelente nivel”, señala González, que para llegar al título ganó tres combates; todos por ippon. Y aún con el oro en la mano, aseguró que no se encontró con su mejor versión. “Siento que no estoy en mi mejor nivel, pero sí en uno superior. Sé que estando en mi mejor momento podría dar un mejor espectáculo”, asegura.

El judoca no es alguien ajeno a logros importantes. Con más de 15 años practicando el deporte, muchos de los cuales pudo compartir junto a su papá y sus hermanos Emilio y Francisco, no sólo sumó varios títulos nacionales, sino que también tiene un palmarés internacional.

A nivel junior obtuvo medallas panamericanas y sudamericanas, e incluso compitió en dos mundiales: en Bahamas y Marruecos. Ya en la categoría senior disputó también los Juegos Universitarios de Napoli, en 2019; un evento similar a los Juegos Olímpicos, pero con atletas universitarios. “Fue hermoso, algo extraordinario”, recuerda.

Además de practicar judo, desde hace cuatro años “Tití”, que se recibió de profesor de Educación Física en el IPEF, transmite sus conocimientos a los más jóvenes con un plus particular: también enseña judo a jóvenes con discapacidad. “Empecé a estudiar para poder entender a los niños y aprender a dar clases. Luego me fui formando más en la parte de adaptado, que son chicos con discapacidad. Tengo alumnos con autismo y un alumno con síndrome de down”, explica y va un poco más allá. “Me decidí por esta especialidad porque quería ir más allá de mis límites y demostrar que todos pueden hacer judo”.

González, que también da clase de musculación y de entrenamiento deportivo en el gimnasio que tiene en 25 de Mayo al 1200 (donde también enseña judo), asegura que dar clases le gusta tanto como competir. Además, es un plus a la hora de participar en los distintos eventos por contar con el apoyo de sus alumnos. “Este título nacional fue especial también porque me vieron mis alumnos, en vivo y por la tele. Tengo 40 chicos a cargo, y darles esta satisfacción y alegría, para que puedan esforzarse más, me llena de orgullo”, advierte.

Pese a sus grandes resultados a nivel nacional y a su impresionante palmarés como junior, todavía no logró formar parte de la Selección argentina senior. No pudo hacerlo en la categoría -81 kilos pese a haber estado entre los mejores del ranking nacional; y hasta ahora tampoco en la categoría -90 kilos. “En 2022 me dejaron afuera del seleccionado siendo el número uno de senior -81 kilos”, recuerda entre risas Víctor.

Por eso, una deuda pendiente es poder representar al país a nivel internacional en la categoría senior, algo que se plantea como objetivo para este año. “Espero volver a la Selección, pero no lo decido yo. Hoy en día no se llevan por ningún ranking, sino que son elecciones a ojo”, dispara. “Este año espero cumplir con todos mis objetivos nacionales, manteniendo el primer puesto”.

Víctor, además, tiene dos sueños en el judo: “Quiero llegar a un Grand Slam o Grand Prix (eventos internacionales) y que todos mis alumnos puedan estar en la Selección y puedan cumplir sus sueños”, dice. Y a eso le suma uno más, algo con lo que todo deportista anhela: “Ojalá pueda llegar a un Juego Olímpico, pero faltan cuatro años”, concluye González, que pudo superar la adversidad y que cambió su manera de ver la vida. “Hay que dejar de perder el tiempo; disfrutar más a tus hijos y a tus padres, y dejar de pelear por cosas insignificantes”.

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