Cartas de lectores: Batilo
30 Mayo 2024

Llegó a mis manos un antiguo ejemplar de una revista editada por los alumnos del Colegio San Francisco llamada “Anhelos”, cuando el mismo estaba situado en calle San Martin al 500 tras del Templo que hoy se restaura, y en ella con fecha 4/10/62 leí una interesante entrevista a quien fue un periodista del diario LA GACETA, de ese entonces, al que llamaban o apodaban Batilo. En realidad, ese era su pseudónimo y con él firmaba su columna titulada “Instantáneas” y seguramente los que peinamos canas habremos disfrutado de sus versos alguna vez. Es que, a manera de construcción poética, nos entregaba sus reflexiones, muchas sobre los quehaceres en nuestra provincia. Hoy él es casi un desconocido, pero cabe destacar que fue uno de los tantos magníficos periodistas en modo humorístico con el que contó La Gaceta y que arrancaban una sonrisa en nosotros al recorrer sus páginas por las mañanas, con algún dibujo, caricatura o bien alguna poesía. El verdadero nombre de Batilo era Ricardo Chirre Danós y había nacido a fines del siglo XIX en Lima, Perú, pero pronto migró a Argentina y se radicó en Tucumán, no sin antes hacer su secundario en el hermano país de la mano de padres jesuitas y haber cursado estudios de filosofía. Batilo, con Andrés Vila y su magnífica “Nota del Día”, Dardo Nofal con sus dibujos (Bosip) y el inolvidable Alberto Calliera conformaron una pléyade de muy buenos periodistas humoristas que a su debido tiempo alegraron nuestros desayunos con el diario. Ricardo Chirre Danós explicaba también, en esa entrevista, que el origen de su seudónimo fue por inspiración del nombre de un poeta griego de la época de Virgilio. Una “Instantánea” de su autoría rescatada de LA GACETA del 22 de diciembre de 1962 decía así: “Problema vecinal. Mi domicilio está en una avenida y es muy grave, en verdad, lo que me pasa; hay un árbol delante de mi casa que tiene mi vereda destruida”. “Además me rompieron la vereda para ciertos servicios que instalaron, y rota 20 veces la dejaron para que yo la arregle como pueda”. “El problema complícame la mente ¿saco el árbol? ¿me avengo a ser multado o pongo mi vereda en buen estado para que me la rompan nuevamente?”. Verdaderamente: “un tesoro escondido de nuestra historia”, en el decir de un médico amigo, el Dr. Carlos Ginés Sierra.

Juan L. Marcotullio                         


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