En los últimos años, en el fútbol argentino los laterales se transformaron en una especie de dolor de cabeza para los entrenadores. Resulta complicado encontrar futbolistas con buena marca y peligrosidad en los últimos metros; en la mayoría de los casos están los que tienen vocaciones ofensivas o los que se dedican básicamente a defender. Y en Atlético Tucumán los puestos que siempre estuvieron en medio de la crítica son justamente los laterales. Claro, el “decano” no es ajeno a la falta de talento por las bandas; por eso le costó conseguir titulares en los últimos años.
Recién en estos últimos meses Agustín Lagos parece haberse afirmado por la banda derecha; aunque todavía deja algunas dudas cada vez que lo ponen en aprietos y debe abocarse a la marca. De esta manera el santiagueño –que en Reserva jugó mucho tiempo de volante- alternó buenas producciones con otras que no fueron tan auspiciosas. Ni hablar que, en los últimos años, por ahí jugaron Martín Garay, Marcelo Ortiz , Néstor Breitenbruch y Renzo Tesuri y ninguno pudo adueñarse del carril.
Por la otra banda, la izquierda, el “decano” padeció mucho más. No sólo hacía bastante tiempo que no tenía recambio, sino que durante los 89 partidos en los que jugó Matías Orihuela en en el club, demostró varias falencias en ataque y en defensa. Sin embargo, nunca pareció tener competencia.
La llegada de Juan Infante, después de una gran campaña con Platense que fue subcampeón del fútbol argentino, parecía una buena incorporación en el mercado de pases de enero. El lateral había arribado casi sobre el inicio del campeonato y por eso Orihuela comenzó siendo titular, algo que se mantuvo hasta que finalizó el ciclo de la dupla Orsi-Gómez.
Todo cambió con la llegada de Facundo Sava . En sus primeros dos partidos (derrotas contra Banfield 0-3 y contra Talleres 1-4) “Colorado” mantuvo el equipo que había dirigido interinamente Diego Barrado. Pero frente a Independiente Rivadavia metió varios cambios, y uno de ellos fue el ingreso de Infante que desde ese momento lleva nueve partidos consecutivos como titular y aparece cada vez más afianzado en el puesto.
Desde agosto del 2021 Orihuela jugó 89 partidos en el “decano”; dio dos asistencias una con Argentinos (derrota 4-2) y la otra frente a Central Córdoba, en Santiago del Estero (victoria 2-0). En tanto, hizo un gol en la derrota 3-1 contra Arsenal y otro a Godoy Cruz, victoria por 2 a 1, ambos en el ciclo de Lucas Pusineri .
Por su parte, Infante lleva 12 partidos disputados en Atlético y ya convirtió un gol (a Gimnasia La Plata en el triunfo 3 a 2) y brindó tres asistencias; todas idénticas: una a Mateo Bajamich (1-1 en Avellaneda vs. Independiente), otra a Mateo Coronel p(1-0 sobre Boca) y otra a Marcelo Estigarribia (1-1 contra Platense).
Ambos jugadores y con una gran diferencia de partidos jugados participaron en la misma cantidad de goles creados (cuatro), con la salvedad de que Infante sólo marcó uno y dio tres asistencias; mientras que Orihuela marcó dos goles y sirvió a dos compañeros.
El arranque de Infante es esperanzador para Sava y para los hinchas “decanos”, aunque es verdad que las características de ambos jugadores son diferentes. Orihuela se siente más cómodo en la marca (de hecho por Copa Argentina frente a Gimnasia jugó de zaguero). Por eso, aunque pisaba mucho el área rival, no solía tomar buenas decisiones en los últimos metros.
El ex Platense, por su parte, se muestra mucho más incisivo cuando se acerca al arco contrario. Fue generoso para buscar siempre el pase extra a un compañero; los centros rasantes parecen ser su fuerte y de esa forma ya habilitó a varios compañeros. Además, en la marca suele resolver con solvencia y trata de estar bien ubicado siempre.
Sería interesante ver a Infante jugando por izquierda junto a un volante que sienta el puesto y lo pueda ayudar en el ida y vuelta. Por lo general, el que se tira por ese sector suele ser Joaquín Pereyra, que no se siente cómodo en el retroceso. Eso hace que el “32” deba estar más enfocado a la faz defensiva.
Con un compañero de banda que tenga ida y vuelta, Infante podría soltarse y ser todavía más peligroso. Justamente, ese es uno de los puestos que tiene en la mira la dirigencia para reforzar con la idea de explotar más el sector izquierdo del ataque.
El gran acierto de Sava fue confiar en el lateral de 28 años, que cada vez parece estar más cómodo en el equipo y es una fija de cara a un segundo semestre en el que, seguramente, habrá varios cambios de nombres en el plantel. Claro, en el "decano" apostarán por un mercado de pases numeroso y con mucha jerarquía.