Cuáles son las mejores horas para desayunar y cenar sin subir de peso, según la ciencia

Cuáles son las mejores horas para desayunar y cenar sin subir de peso, según la ciencia

Conocé los momentos ideales en los que tenés que comer para no engordar.

Existen horarios que son clave para comer y no subir de peso Existen horarios que son clave para comer y no subir de peso Mejor con salud
29 Mayo 2024

Alimentarse bien todos los días es clave para mantener el cuerpo saludable y llegar a un peso ideal. Sin embargo, es importante tener en cuenta el horario de nuestras principales comidas, como el desayuno  y la cena. La clave está en organizarse. 

Un estudio realizado por la Universidad Harvard sugiere que, independientemente de qué tan saludable comamos, si nuestra hora de comida no coincide con nuestro ritmo de vida es probable que los niveles de insulina aumenten y subamos de peso. Entonces, ¿cuál es el mejor horario para comer y llegar a la forma ideal? 

"El desayuno representa la ruptura del ayuno, sienta los cimientos de una buena alimentación y por lo tanto beneficia a la salud. Gracias al desayuno, el cuerpo puede mantenerse fuerte, con mayores niveles de concentración y energía durante toda la mañana", difunde el sitio Mejor con Salud de AS.

Cuáles son las mejores horas para desayunar y cenar sin subir de peso

Tener una rutina alimenticia es clave para favorecer una buena digestión, estimular el metabolismo y mantener una figura saludable.

Desayuno: desde las 6 hasta las 9.45

De acuerdo con datos del Registro Nacional de Control de Peso, casi el 80% de personas que han perdido 13 kilos de peso exitosamente y sin rebote, informaron que desayunan todos los días a la misma hora. 

En cuanto al horario perfecto, una revisión de la Biblioteca Nacional de Medicina descubrió que consumir un desayuno rico en proteínas, entre las 6 y las 9.45, se relaciona con una reducción de la grasa corporal y menos hambre durante el día.

 "Es recomendable consumir un plato saludable en la primera hora después de despertar", dice Jim White, miembro de la Academia de Nutrición y Dietética. Cuanto más pospongas tu desayuno, más tiempo pasarás sin los efectos de las proteínas, las grasas y las fibras que eliminan el hambre. Para evitar que esto pase, el experto sugiere completar las reservas de energía con carbohidratos saludables, por ejemplo: un pan tostado con palta, avena sin azúcar o un plato de quinoa. Así estarás más activo durante la primera mitad del día.

Snacks: entre dos y cuatro horas más tarde

Si bien una colación no es obligatoria, especialmente si tu desayuno fue muy pesado o esperaste hasta el último momento, es importante recordar que tu organismo tarda entre dos y cuatro horas en digerir y absorber los nutrientes. 

Después de este periodo de tiempo, estás ayunando. Comer entre el desayuno y la merienda mantendrá tus niveles de energía al máximo y evitará una descompensación de azúcar en la sangre. Si estés buscando snacks saludables, un estudio del Institute of Food Technologists encontró que las personas que comen un puñito de almendras o una taza de arándanos al mediodía terminan consumiendo menos calorías a lo largo del día. Otras opciones nutritivas son: Yogur con frutos secos, brochetas de frutas,barrita de cereales, garbanzos asados, galletas sin azúcar.

Comida: antes de las 15

Un análisis de The American Journal of Clinical Nutrition examinó a 1300 personas que hicieron dieta en el transcurso de 28 semanas. Luego de revisar los resultados, llegaron a la conclusión de que aquellos que consumían la mayor parte de sus calorías antes de las 3 p.m, tenían un 25% más de probabilidades de reducir tallas y evitar enfermedades cardiovasculares. Además, las verduras crucíferas representan una excelente opción para tu menú. 

El Instituto Nacional de Cáncer afirma que tienen propiedades medicinales que combaten la aparición de células cancerígenas, desinflaman el cuerpo e inhiben la formación de tumores. Por si fuera poco, también son ricas en potasio, magnesio y fibra, nutrientes que fortalecen las defensas, retrasan el envejecimiento prematuro y nos llenan de vitalidad. 

Los vegetales que deben ser estar en tu dieta son: rúcula, espinaca, brócoli, repollo, coliflor, rábano picante, nabo seco y wasabi. Para mantener sus propiedades y facilitar la digestión, solo debes cocinarlas por un par de minutos, con un poco de aceite de oliva. Es un plato delicioso y nutritivo que no requiere mucho esfuerzo.

Snacks: entre dos y cuatro horas más tarde

Al igual que tu merienda al mediodía, ingerir una colación entre dos y cuatro horas después del almuerzo mantiene estables los niveles de azúcar y evita que comas en exceso durante la cena. 

La Universidad de Illinois subraya que las mujeres que comen por la tarde tienden a ingerir significativamente más frutas y verduras, en comparación de las personas que no lo hacen. Agrega a tu dieta vegetales verdes (espinacas, berzas, acelgas, col rizada, etc.) y frutas que desintoxiquen e hidraten tu organismo (fresa, toronja, manzana, papaya, pera y limón).

Cena: entre las 17 y las 19

Una investigación de la Universidad Brigham Young reveló que las mujeres que cenan en dicho lapso de tiempo presentan más posibilidades de perder peso sin rebote y tener un descanso reparador. 

Healthline explica que durante el ayuno nocturno (es decir, mientras dormimos) el cuerpo regenera la flora intestinal y fortalece el sistema inmunológico, razón por la que debes elegir platos que no afecten tu metabolismo ni tu rutina del sueño. 

Según informó Vix, la Dra. Elisa Blázquez, nutricionista y experta en planes alimenticios, recomienda comer pescado y mariscos crudos, ya que están cargados de proteínas de alta densidad, grasas naturales y otros nutrientes necesarios para mantener tu peso ideal.

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