Con la llegada del frío y el aumento de las tarifas de gas, muchos buscan alternativas eléctricas para mantener sus hogares cálidos sin elevar demasiado los costos.
Es crucial elegir el aparato adecuado para asegurar eficiencia y economía en el consumo. Aquí te presentamos las opciones más usadas y sus características para que tomes la mejor decisión.
¿Cuál es el aparato eléctrico que más te conviene?
Panel Calefactor
Consumo: 600 watts por hora (0,6 kWh)
Costo: Tres veces menos costoso que un caloventor y casi dos veces menos que un aire acondicionado en modo calor.
Los paneles calefactores son una opción económica y eficiente para espacios pequeños. Su consumo es moderado y son fáciles de instalar, haciendo que sean una elección popular para quienes buscan reducir el impacto en la factura de luz.
Radiador eléctrico
Consumo: Entre 900 y 1.000 watts por hora
Estos equipos son comunes y eficientes para calentar habitaciones de tamaño medio. Su consumo es comparable al de un aire acondicionado en modo calor, pero ofrecen la ventaja de ser silenciosos y seguros, especialmente los modelos que usan aceite térmico.
Aire acondicionado con modo calor
Consumo: Aproximadamente 1 kWh, aunque esto aumenta con la temperatura ajustada. Cada grado adicional incrementa el consumo entre un 7% y un 9%.
El aire acondicionado es una de las opciones más eficientes para calefaccionar, especialmente si se utiliza a 20ºC. Un aire split de 2.200 calorías (clase A o superior) es suficiente para calentar adecuadamente un ambiente de 50 a 60 metros cuadrados sin filtraciones de aire frío.
Caloventor
Consumo: 2.000 watts por hora (2 kWh)
Aunque son económicos de adquirir, los caloventores son los menos eficientes debido a su alto consumo eléctrico. Son útiles para calentar rápidamente espacios pequeños, pero su uso prolongado puede resultar muy costoso en la factura de electricidad.
Consejos para Maximizar la eficiencia energética
Mantén una temperatura moderada: ajusta los termostatos a 20ºC para optimizar el consumo de energía.
Aísla el hogar: asegúrate de que puertas y ventanas no tengan filtraciones para mantener el calor en el interior.
Utiliza programadores: configura los aparatos para que se enciendan y apaguen automáticamente según tus horarios, evitando el uso innecesario.
Mantenimiento regular: limpia filtros y verifica el estado de los aparatos para asegurar su eficiencia.