La caída de dos cajones de ginebra le dieron nombre a dos localidades de Chubut

Ya vimos algunos nombres extraños, raros o llamativos de localidades argentinas tanto en Córdoba, Tucumán o San Juan pero ahora daremos una vuelta por el sur de nuestro país. Viajemos hasta la provincia de Chubut. Desde la ciudad de Rawson tomamos la ruta nacional 25 que llega hasta la ruta nacional 40 en las cercanías de Tecka. Este camino cruza la meseta patagónica casi a mitad de recorrido en una zona a 50 kilómetros de Paso de los Indios está el lugar que vamos a destacar por su nombre. Pero antes veamos algo de historia. A finales del siglo XIX, eran comunes  los viajes en carros desde el valle 16 de Octubre, donde se encuentra la ciudad de Trevelin (la única fundada por galeses) hacia el valle inferior del Río Chubut, donde se ubican las ciudades de Gaiman, Trelew o la capital Rawson. Algunos memoriosos ubican el hecho hacia 1890 o 1895. En uno de sus viajes, donde se transportaban comida, ropa y bebidas, cayó al piso un cajón de ginebra. El episodio quedó en anécdota local y a modo de ubicar la  zona, se comenzó a decir que “donde el cajón de ginebra”. Como si fuese una profecía, años después, en un lugar muy cercano al original, cayó otra carga de ginebra aún más grande, lo que supuso una diferenciación de los nombres en Cajon de Ginebra Chico el primero y Cajon de Ginebra Grande el segundo. Estos sucesos fueron conocidos por toda la provincia, y los galeses llamaron a este lugar Bocs Gin, que significa “Ginebra Triste”.

Las versiones varían en cuanto a las circunstancias de la caída del cajón de ginebra, pero lo único seguro es que los cajones cayeron en la zona.  Otra versión, dada por quien habita el Cajón de Ginebra Chico, Patricio Vernet, dice que unos carreros encontraron un cajón de ginebra, ellos iban al Valle 16 de Octubre, y este cajón les salvó la vida. Luego denonimaron «Cajón de Ginebra Grande» y «Cajón de Ginebra Chico», según la población que había hacia uno y otro lado de la loma; más casas, menos casas. Y porque en un lugar dejaban más ginebra y en el otro, menos. Humberto Rádice le contó a sus nietos otra historia: el nombre de Cajón de Ginebra Chico se lo puso un vasco que estaba peleado con su hermano, y este enojado, paró del otro lado de la loma y le puso Cajón de Ginebra Grande. Otra historia hace referencia a que los carros que transportaban mercaderías al oeste junto a un grupo de buscadores de oro fueron sorprendidos por una nevada copiosa, que obligó a los conductores a detenerse por varios días. En ese lapso fueron obligados -para atenuar los efectos del frío-, a consumir el contenido de un cajón de ginebra de la carga que llevaban.

Este lugar llegó a ser tan populoso, que inclusive hay fotos del año 1922, donde se dictaban clases a una veintena de alumnos, al aire libre, en lo que fue la Escuela Nacional Nro 64. Como vemos nuestro país tiene historias y lugares que merecen ser conocidos y recordados.