El Gobierno y el mercado reciben datos desalentadores sobre la provisión de gas en Tucumán
Tras la declaración de "pre-emergencia" del sector energético a nivel nacional, en la Casa de Gobierno siguen la evolución del servicio: menos volumen desde Bolivia, sin obras en los gasoductos y la mirada a Brasil.
¿Habrá problemas con la provisión gas natural en Tucumán? En la provincia hubo cortes del suministro a empresas bajo contrato “interrumpibles”, como ocurrió en otras jurisdicciones del país, pero se aseguró el suministro a los clientes “ininterrumpibles” y “firmes”, en el marco de la declaración de la pre-emergencia del sector energético a nivel nacional.
Cinco estaciones de servicios -de un total de 100 expendedoras locales, aproximadamente- suspendieron la venta de GNC durante 48 horas, como consecuencia de la disposición del gobierno de Javier Milei ante la ola de frío. En Gasnor, los contratos “interrumpibles” representan menos de un 1% de la cartera general de clientes, lo que el impacto no ha sido significativo, por ahora.
Sin embargo, los datos que vienen manejando en el mercado y en la Casa de Gobierno no son alentadores al considerar las previsiones de bajas temperaturas.
En los últimos días, Bolivia redujo su envío de gas natural a Argentina de 7 millones a 5 millones metros cúbicos diarios (m3/d). En algunos momentos, la venta del fluido habría caído a 3 millones m3 por día, según fuentes de la plaza. A ello se suma que el convenio con el país vecino finalizará a fines de julio.
La semana pasada la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista SA (Cammesa) salió de urgencia a licitar la compra de 12 barcos o cargamentos de fuel oil y gasoil para poder cubrir la provisión que hubiese aportado el gasoducto Néstor Kirchner hoy, en caso de que se hubieran terminado de construir las plantas compresoras.
Dentro del plan de ajuste y la “motosierra” de la administración libertaria, se frenaron las obras en los cinco meses del año y la Nación ahora deberá desembolsar alrededor de U$S500 millones para la importación de energía, mucho más de lo que se necesitaba para concluir las plantas del Gasoducto Néstor Kirchner, demoradas igualmente por el gobierno anterior.
A ello hay que sumar que se haya ralentizado y ahora paralizado por falta de pago los trabajos del proyecto de reversión del Gasoducto Norte, para trasladar el gas de Vaca Muerta a la región, lo que hubiese favorecido a Tucumán y a las otras provincias de la región.
El normal servicio de gas en la provincia dependerá de las condiciones del tiempo: que no sea pronunciado el descenso de la temperatura. La generación de energía eléctrica también se sostiene del gas como insumo.
El Gobierno pidió a la Casa Rosada la semana pasada que el gas de la cuenca Norte, de unos 2 millones de m3 por día, sea distribuida en la región y no se destine a otras zonas o segmentos.
A principio del año, en el Gobierno nacional apostaban a que Brasil libere parte de la provisión que le otorga Bolivia, a partir de un pacto con el gigante brasileño, sin embargo, las negociaciones se habrían caído debido a las últimas complicaciones en la petrolera Petrobras, entre otras situaciones.
Fuentes del mercado consideraron que hoy “la situación es compleja” y crece la incertidumbre respecto de lo que pasará hasta septiembre, período de mayor demanda del fluido en Argentina. Aunque se logre incorporar un millón de metros cúbicos más de Bolivia, no se llegará al nivel de consumo y las industrias o estaciones de servicio podrían sentir las consecuencias.
Gasnor y Naturgy Ban no habían cortado el suministro de gas a casi el total de las industrias en Tucumán, aunque siguen el desenvolvimiento del mercado “minuto a minuto”, como dijeron altas fuentes consultadas.
“Realizamos gestiones (ante Nación) con José Ascárate (entonces secretario de Energía) después de que Gasnor nos avisara lo que estaba pasando. Esperamos que se mejore el envío desde Bolivia”, dijo el ministro de Obras Públicas, Santiago Yanotti.