La tensión entre el presidente, Javier Milei, y el Gobierno de España comienza a desviarse hacia cuestiones que van más allá de lo personal.
Ayer se conoció que el martes 30 del mes pasado la Embajada de la Argentina en Madrid había comunicado al Ministerio de Asuntos Exteriores del país ibérico que el mandatario emprendería un viaje hacia ese país los días 17 y 19 del mes en curso, pero que se trataría de una visita privada -de hecho, Milei participó allí de la cumbre del derechista partido Vox, donde lanzó acusaciones contra la esposa del presidente de España, Pedro Sánchez-.
La noticia -dada a conocer por el diario español “El País”- puso bajo la lupa el origen de los gastos destinados a su traslado. La nota del diario español agregaba que, de acuerdo a la carta firmada por el embajador de la Argentina en España, Roberto Bosch Estévez, el Presidente viajaría en el avión oficial. De forma sugestiva, El País deslizó que el Gobierno de la Argentina quedó bajo el escrutinio público, debido a los gastos de los viajes al exterior de Milei, que se caracterizan, mayormente, “por incluir una agenda menos vinculada a los intereses nacionales que a los suyos particulares”.
El tema llegó a la tradicional rueda de prensa que diariamente ofrece el vocero presidencial, Manuel Adorni. Una periodista española, corresponsal de “El País”, le preguntó al funcionario por los gastos de Milei durante su última visita a España. “Cuando tenga la información, la voy a transmitir y no hay problema con eso. De todas maneras, siempre está la posibilidad de hacer un pedido de información pública. Siempre trato de informar, lo que pasa es que a veces puede llevar más tiempo. Muchas otras veces algunos costos como los del vuelo, al ser variables y no fijos, que uno sabe de antemano, se tarda en conocer el dato fino. Pero los vamos a dar a conocer… de todas maneras, entiendo que tampoco es algo de mucho interés para un periodista español”, contestó Adorni.
“Es de nuestro interés, teniendo en cuenta que (Milei) volverá en un mes a España”, retrucó la periodista. “Está bien, pero en tal caso es un tema de las arcas públicas. La gira no es solo España, sino que también participa del G7; entiendo que va a estar en dos países más. Es una gira en su carácter de Presidente. Efectivamente, los gastos correrán por cuenta del Estado”, puntualizó el vocero presidencial.
Milei y Sánchez se cruzaron durante los últimos días, luego de que el mandatario de nuestro país acusó -sin mencionarla, pero de manera inequívoca- a la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, de corrupta. Esta había sido investigada por presunto tráfico de influencias, en el marco de una causa penal en la que se la involucró por supuestas recomendaciones a una empresa contratista del Estado. Tras ese episodio, España retiró su embajadora de la Argentina.
Respecto de la carta enviada por Bosch Estévez al Gobierno español, la Casa Rosada la calificó de error, ya que contradice la versión oficial: en no pocas ocasiones, Adorni había afirmado que se trató de una actividad oficial, y que debido a ello los gastos corrieron a costa del Estado. Bosch Estévez secundó a Ricardo Alfonsín durante su período al frente de esa sede diplomática, en el Gobierno de Alberto Fernández. En marzo fue designado formalmente, a raíz de su cercanía con la canciller, Diana Mondino; y desde entonces debió lidiar con el fuerte cruce diplomático desde la reciente visita de Milei.
En 2014 había sido designado embajador en Filipinas; y también había formado parte de las delegaciones diplomáticas en Brasilia y en Ginebra. “Mi intención sería siempre, y así la he transmitido, que aproveche el viaje sobre todo para juntarse con empresarios. Creo que lo que va a ser la realidad de la relación España-Argentina es ese volumen de inversiones que ya existen y ese interés sobre lo que está pasando en Argentina”, había dicho en una entrevista con el diario “La Nación”, durante los días previos al viaje presidencial. Tras la difusión de la carta, el mismo diario intentó contactarlo, pero fuentes de la Embajada se excusaron; dijeron que Bosch Estévez no haría declaraciones, y remitieron toda comunicación sobre la situación a la Cancillería.