El complicado desafío que tendrá Facundo Sava durante el mercado de pases

El complicado desafío que tendrá Facundo Sava durante el mercado de pases

El entrenador "decano" deberá apuntalar un plantel que sufre por la falta de variantes.

El complicado desafío que tendrá Facundo Sava durante el mercado de pases Javier Escobar, especial para LA GACETA.

El rendimiento en la derrota 2-1 contra Gimnasia, que marcó la eliminación de Atlético de la Copa Argentina, pelea un lugar en el podio entre los peores partidos del (hasta ahora) corto ciclo de Facundo Sava como DT de Atlético. Por lo demostrado futbolísticamente, parece ubicarse sólo por detrás de las goleadas 1-4 contra Talleres y 0-4 contra Huracán, en la pasada Copa de la Liga. Es cierto; en el resultado la diferencia fue mínima, pero en lo deportivo hubo poco para rescatar en el "decano".

La salvedad que hay que hacer y que tuvo su clara influencia en el resultado, es que Sava puso un mix entre titulares y suplentes. Ese dato evita que el análisis sea muy negativo respecto a los dos partidos anteriores en lo que jugando con lo mejor había tenido buenas actuaciones; pero a la vez preocupa (y mucho) por la floja tarea de quienes habitualmente no suman tantos minutos.

Aún cuando este fue el tercer partido en 10 días, luego de un mes de parate, Sava decidió preservar a algunas de sus figuras. Así, Adrián Sánchez, Guillermo Acosta, Mateo Bajamich y Mateo Coronel fueron al banco, mientras que Nicolás Romero (expulsado contra Defensores de Belgrano) tampoco jugó. Nombres que, por lo que se vio en cancha de Colón, parecen no tener reemplazo.

La mayor brecha parece estar en el mediocampo. Para ocupar reemplazar el tándem Acosta-Sánchez, ya muy afianzado y con probados frutos, el DT eligió a Nicolás Castro y Tomás Castro Ponce. El resultado no fue bueno: la diferencia de nivel entre ambas duplas fue notable. 

Castro Ponce intentó hacerse eje y participó de algunas buenas combinaciones, pero nunca pudo incidir demasiado en el juego. Lo mismo sucedió con Castro, que jugó casi todo el partido sin mayor peso en la construcción, ni tampoco en la contención. No tuvieron ni la intensidad, ni la claridad del doble "5" titular.

En defensa, la ausencia de Romero desbarató todo. Con Néstor Breitenbrch y Gianluca Ferrari lesionados (apenas sumaron un puñado de partidos este semestre), Sava decidió experimentar con Matías Orihuela como central, antes que hacer debutar a Rodrigo Morales o a Fabricio Bedmar. Y aunque Orihuela, individualmente no desentonó, la defensa como estructura general sufrió y mucho. 

Francisco Flores jugó un mal partido, Lagos e Infante fueron superados en varias ocasiones por las bandas y Gimnasia tuvo muchas oportunidades claras de gol. Sólo Tomás Durso (y los palos) "maquillaron" la floja tarea defensiva y evitaron que la diferencia en el marcador fuera mayor.

¿Y adelante? Justo Giani estuvo lejos, muy lejos, de su propio nivel y de poder generar lo que habitualmente hace Coronel. Errático y poco lúcido, no pudo hacer pie y terminó reemplazado en el segundo tiempo. Mientras tanto, Marcelo Estigarribia tuvo como positivo que volvió a convertir (de penal). Sin embargo, por abajo le cuesta muchísimo participar de los circuitos ofensivos y parece estar a una velocidad menos que la de sus compañeros. Su fuerte está en el juego aéreo: generó así dos chances claras, aunque también erró una chance clarísima en el 0-0.

¿Y hay más opciones de jugadores? Pocas. Arriba, ingresó Francisco Bonfiglio, que poco pudo hacer y que hasta ahora, en los pocos minutos que sumó con la camiseta del "decano", no pudo demostrar mucho; igual que Nicolás Servetto. Mientras que Sergio Ortiz y Julián Carrasco, muy relegados, mostraron poco y nada en el puñado de minutos que llevan jugados.

Esa falta de recambio que el "decano" deberá solucionar en el mercado de pases, también está acompañada de una falta de alternativas en el plan de juego. Sin los titulares, el manejo de pelota y la intensidad en la presión se reduce notablemente. Casi no hay combinaciones colectivas y termina pasando todo por los pies de Joaquín Pereyra. Quizás, la única alternativa, gracias a la presencia de Estigarribia, fue el pelotazo largo para aprovechar su juego aéreo, pero Atlético tampoco lo supo aprovechar. 

No ayudaron los cambios de Sava que, como ya hizo en otras ocasiones ante un resultado adverso, terminó desequilibrando al equipo para sumar gente en ataque buscando el empate.

Queda claro, entonces, que la diferencia entre titulares y suplentes está bien marcada en Atlético; sus rendimientos así lo decretan. El desafío para el entrenador, más allá de la necesidad inobjetable de sumar refuerzos, será conseguir que aquellos que habitualmente juegan poco eleven su nivel. Si no, cada vez que falte un titular, el equipo lo sentirá demasiado y le costará encontrar soluciones, igual que pasó en la derrota contra el "lobo".

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