Ante un Luna Park colmado por seguidores, familiares y funcionarios de su gobierno, el presidente Javier Milei presentó su nuevo libro “Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica”. Después de subir al escenario cantando su ya clásica reversión de Panic show –pieza emblemática de La Renga-, el dirigente libertario desplegó un minucioso repertorio de sus conocimientos económicos para que el público conociera más detalles de su nuevo trabajo editorial. A continuación compartió una charla con el economista y diputado nacional José Luis Espert y el vocero presidencial, Manuel Adorni, donde remarcó la importancia de participar en política para “dar la batalla cultural” y así evitar “que los zurdos” lleguen nuevamente al poder.
En esta conversación Espert le preguntó a Milei en qué lugar quiere poner al país y el mandatario no tardó en responder que su anhelo es convertir a la Argentina “en el país con mayor libertad económica en el mundo”. “Ahora empezó a entrar en las andadas Irlanda, pero de ser el país más miserable en 35 años pasó a tener un PBI per cápita mayor al de Estados Unidos”, declaró.
“Cuando mandamos la Ley Bases, que la estamos peleando y el DNU, que era un conjunto de reformas estructurales, contaba que siendo la reforma de Carlos Menem, de los 90’, una reforma grande, las Bases son cinco veces más grande. Si sumamos el DNU es ocho veces más grande y eso nos permitiría avanzar en el índice de libertad económica 90 puestos y parecernos a países como Alemania, Francia, Italia y convertirnos en potencia. Pero, con Federico Sturzenegger decidimos que cuando termine esto vamos a ir por otras 3000 reformas más”, agregó.
Fiel a su estilo confrontativo y en consonancia con las declaraciones efusivas que ya brindaba en tiempos electorales, el titular del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) cargó contra el socialismo y aseguró que detrás de esta ideología política “se esconde la envidia, el odio, el resentimiento, el trato desigual ante la ley, la violencia y el asesinato”.
“Es la economía de los fracasados. No sólo es batalla cultural, porque si nos quedamos ahí y no nos metemos en el barro de la política esto no funciona. Si no nos metemos en el barro los zurdos nos llevan puestos porque lo que importa es tener el poder”, dijo el Presidente.
Después de detallar que distintos gobiernos socialistas se construyeron ideológicamente a partir de los pensamientos de Antonio Gramsci y se agruparon con la lógica del Foro de San Pablo y ahora Grupo Puebla, Milei les reprochó que sigan promoviendo “el socialismo y la miseria”. En esa línea, el dirigente expresó que la política social en Argentina siempre fue la del asistencialismo, mientras que desde su arribo a Casa Rosada eso cambió porque el Gobierno ahora “hace que las personas aprendan a pescar” y no a recibir el pescado.
En respuesta a quienes lo tildan de “misógino”, el Presidente apuntó contra “los kirchneristas” y dirigentes del gobierno español. “Cuando miran la composición en porcentuales de participación de mujeres, nuestro gobierno es el que tiene la mayor participación de mujeres con el 37,5%: Pettovello, Bullrich, Mondino y la secretaria de la presidencia, que es mi hermana, y la vicepresidente. Cerca del 68% de la estructura esta manejada por mujeres, o sea que en el fondo soy un calzonudo”, expresó.
Enemigo acérrimo
Después de agradecer en modo irónico “el boicot” de la Feria del Libro, el Presidente se explayó en la explicación que dio sobre el contenido del libro y volvió a apuntar sus cuestionamientos contra el Estado. “El problema no es la gente, el problema son los políticos”, postuló para luego subrayar: “Algo incómodo a los políticos, los únicos monopolios que son malos es cuando el monarca o el señor feudal le daba a una empresa la potestad para hacer la única empresa que vendiera ese producto en ese lugar y si alguien violaba eso le caía con el Estado encima. El problema es malo cuando el Estado está en el medio, por lo tanto el problema sigue siendo el maldito Estado”.
“Mi reflexión, que obviamente le va a parecer a alguien un poquito extrema, como todo lo que hago, es que los fallos de mercado no existen. Si ustedes consideran que hay un fallo de mercado, lo primero que sugiero es que revisen que no haya intervención del Estado, porque si está la intervención del estado el problema no es del mercado, el problema son los políticos”, aseguró.