Un duelo entre dos escuelas históricas

Un duelo entre dos escuelas históricas

Los germanos van en busca del tetracampeonato. Brasil espera gritar el título por quinta vez. Una tradición de fútbol vistoso, alegre y ofensivo, frente a otra de obediencia táctica y preparación física.

¿SE LE DARA? El arquero Kahn confía en que podrá frenar a las tres “R”: Ronaldinho, Rivaldo y Ronaldo.
30 Junio 2002
YOKOHAMA.- Alemania busca su tetracampeonato ante Brasil. Si se impone hoy en Yokohama empataría con la "canarinha" en número de títulos. Las tres coronas que ostentan los germanos en la historia las alcanzaron en Suiza 54, Alemania 74 e Italia 90. Desde 1950, Alemania y Brasil fueron sucesivos protagonistas de 12 de las 13 finales de las Copas del Mundo -se exceptúa Argentina 78- pero hoy llegarán por primera vez juntos a la instancia cumbre.
El de Brasil y Alemania será un duelo entre las dos mayores escuelas clásicas del fútbol, que resumieron lo mejor de un siglo y abren una nueva página en este primer certamen ecuménico del Tercer Milenio.
En la historia de los Mundiales, desde la primera Copa -la de Uruguay 1930-, los brasileños consolidaron una tradición de fútbol vistoso, alegre y ofensivo, el "jogo bonito", que dejó leyendas como Pelé, Garrincha, Tostao, Sócrates, Romario, y ahora Rivaldo y Ronaldo.
Por su parte, Alemania influenció a la otra mitad del mundo con un fútbol marcado por la obediencia táctica, la preparación física, la mentalidad inquebrantable para vencer a pesar de todos los escollos, con nombres como Beckenbauer, Müller, Breitner y Overath.
En su camino hasta la final, Brasil lanzó un mediocampo netamente ofensivo, con Juninho y Ronaldinho Gaúcho, auxiliado por los marcadores laterales Cafú y Roberto Carlos.
En la fase eliminatoria del torneo, Alemania no impresionó con sus victorias sobre Paraguay, EE.UU. y Corea del Sur, pero el peso de su tradición no puede ser despreciado.
Para la final, el equipo germano deberá encontrar la forma de sustituir a Ballack, quien no podrá jugar por exceso de tarjetas amarillas.

Völler y el estilo tradicional de una potencia
Luego de rescatar a la selección alemana de su peor crisis y clasificarla a la final de la Copa del Mundo, el director técnico Rudi Völler ahora quiere que su equipo corone esa increíble recuperación con un cuarto título mundial.
"Obviamente no somos los favoritos, pero vamos a hacer todo lo posible para ser los campeones", dijo el coach, en la víspera de la gran final frente a Brasil, único tetracampeón del mundo.
"Los jugadores saben todo lo que está en juego en esta final. Están ante una oportunidad muy especial y no deben desaprovecharla", agregó.
"Ya hemos superado todas las expectativas que había con respecto a este equipo, ya que muchos anticiparon que no pasaríamos siquiera a la segunda ronda, pero ahora queremos llegar más lejos", declaró Völler, quien como jugador participó de tres Copas del Mundo, ganando el título en Italia 90.
El ex goleador, de 42 años, tiene un plan de juego que es bastante simple y no ve motivos para cambiar el tradicional estilo que convirtió al fútbol germano en una de las potencias.
"Si nos mantenemos unidos, formando un equipo compacto, aprovechamos nuestra posesión de la pelota y dominamos (a los brasileños) en las situaciones de uno a uno, podemos ganar", anticipó. "No vamos a cambiar con respecto a lo que hicimos en los partidos anteriores, en los que a veces jugamos muy bien y en otras no tanto", reconoció el técnico, que conoce las limitaciones de su joven equipo.
"Nos tenemos que concentrar en neutralizar a las brillantes individualidades de Brasil, pero también debemos ponerlos bajo presión y crear algunas opciones de gol", explicó.
La esperanza alemana para ganar su séptima final mundialista también descansa en su excelente arquero, Oliver Kahn, quien concedió un solo gol en todo el torneo.
"Oliver es tan importante para nosotros como Rivaldo y Ronaldo lo son para Brasil. Para ganar este partido necesitaremos otra actuación extraordinaria de su parte y él lo sabe", manifestó Völler en referencia al capitán del equipo.

La ansiedad de Denilson, un suplente de lujo
Denilson, el que fue el jugador más caro en la historia del fútbol cuando Betis pagó 5.200 millones de pesetas (31 millones de dólares) al San Pablo en 1997, se ha convertido en el primer suplente de Brasil en este Mundial, como ya lo fue en 1998 en la selección que perdió la final ante Francia. El jugador del equipo andaluz no ha sido titular en ninguno de los 6 partidos que jugó la selección, pero ha entrado en 4 de ellos en el curso del encuentro, dos veces sustituyendo a Ronaldinho, una a Juninho y otra a Edilson.
Denilson sabe que en la final será de nuevo suplente, pero espera que Scolari le dé otra nueva ocasión de jugar como hasta ahora. "Estoy ansioso de que llegue el partido y tener una ocasión para estar esta final", señaló.
Según Denilson, que tiene 24 años, este equipo es muy diferente del de 1998. "Estamos muy maduros y somos más cuidadosos. Tal vez debido a los malos resultados que tuvimos antes del Mundial", explicó.
Aquella derrota lo marcó y aunque es optimista está preparado para un nuevo revés. "Cada uno de nosotros ha pensado dentro de sí lo que puede pasar. Perder no vale para nada. Brasil no puede ser segundo, sólo campeón. En Francia, hace cuatro años, terminamos vicecampeones y no nos sirvió de nada. Todo el mundo piensa de esta forma. No sería justo perder este partido contra Alemania".

El último Mundial del astro Rivaldo
El brasileño Rivaldo (30) dijo que esta Copa del Mundo podría ser su última participación en un Mundial. "Es prácticamente mi última Copa del Mundo y quiero irme como el mejor", dijo el delantero de Barcelona, que ha anotado 5 goles en el torneo y es candidato a ganar los títulos de máximo goleador y mejor jugador del certamen. Rivaldo, que juega su segundo torneo ecuménico, agregó que todos los jugadores deberían enfrentar el torneo como si fuera el último. "Habría que verlo así, no sólo los jugadores mayores sino los que tienen 23, 24 o 25 años. Si están pensando que están en su último Mundial, tienen mayor oportunidad de ganar", aseguró.
"Cuatro años es un tiempo largo y uno nunca sabe lo que va a pasar. Quizá la próxima vez, ellos (los jóvenes) no estén en forma en el momento indicado y no participen de nuevo", declaró.
En un momento se pensó que Rivaldo estaba en peligro de quedarse fuera del Mundial por una lesión en la rodilla, mientras muchos críticos en Brasil decían que no debía ser convocado porque él se reservaba para jugar con el club español solamente.
Pero el delantero ha desafiado a sus críticos con una actuación sobresaliente en Corea-Japón. Rivaldo, quien tiene un gol menos que su compañero Ronaldo y que está igualado con el alemán Klose, afirmó que la posibilidad de terminar como máximo goleador tenía una baja prioridad para él. "Si puedo anotar uno o dos tantos en este partido, excelente, pero lo más importante es ser campeón del mundo", dijo.
Explicó que Brasil no estaba concentrando su atención en algún jugador alemán en particular para la final. "Creo que somos mejores en el aspecto técnico y podemos ganar el partido, pero ellos son muy peligrosos y eso no es un descubrimiento reciente, claro", agregó.(AFP-DPA-TELAM-Reuter)

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