21 Mayo 2024
El olfato es el sentido más relacionado a la memoria.
En respuesta a los efectos que dejó la pandemia de SARS-CoV-2, la médica otorrinolaringóloga Stella Maris Cuevas desarrolló un test para diagnosticar y tratar la anosmia -pérdida del olfato- e hiposmia -pérdida parcial-. La innovación es única en el mundo -existen solo seis similares en Estados Unidos- y ya fue aprobada por Anmat.
El olfato es, tal vez, el menos entrenado de los sentidos. Pocas personas son conscientes de las implicancias que tiene el poder de oler, entre las que se encuentran aspectos ligados a la memoria y la capacidad de permanecer alerta.
Cómo funciona el test para tratar la pérdida de olfato
El dispositivo de uso está disponible solo para los médicos. Es decir que no será de venta libre, sino que serán los profesionales quienes lo administren para tratar la anosmia e hiposmia. Está basado en olores conocidos de iberoamérica y constituye una buena noticia para quienes perdieron el olfato total o parcialmente.
Como parte del desarrollo del proyecto también intervino el laboratorio Cassará. “Es posible entrenar el olfato para optimizar su funcionamiento”, destacó la farmacéutica María Luz Cassará. “El olfato se puede recuperar a su máxima expresión con el tratamiento adecuado, y en ese sentido, el dispositivo olfatométrico tiene mucho por hacer”, agregó la experta.
Kitan D es el nombre con el que el test olfativo fue aprobado. Está formado por 14 envases o recipientes con olores conocidos de Iberoamérica que buscan evaluar la funcionalidad del nervio trigémino de los pacientes.
Entre los aromas se encuentran: eucalipto, limón, humo, rosa, coco, clavo de olor, cebolla, banana, café, mandarina, ananá, queso y vainilla. Uno no tiene aroma. El frasco “vacío” apunta a la detección de fantosmias, la percepción de olores inexistentes.
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