EN CAMPAÑA. Díaz (izquierda) cuando fue presentado como candidato.
Los dos acusados de haber participado en un doble crimen en Salta no sólo eran conocidos en su ciudad; también contaban con vínculos políticos y al menos uno de ellos trabajaba en la Municipalidad de Juan Bautista Alberdi. Ayer los habitantes de esa localidad comentaban los detalles de la detención de uno de ellos y las sospechas de hasta cuándo podría vivir en la clandestinidad el prófugo.
Elvio Díaz, procurador de 43 años, fue candidato a intendente de Alberdi por Acción Regional, movimiento liderado por Antonio Ruiz Olivares, aliado en esa ocasión a Libres del Sur, del actual ministro de Desarrollo Social Federico Masso. Precisamente en ese organismo Díaz pasó a desempeñarse como responsable de un programa, después que se consumara su derrota electoral.
“Quiero aclarar dos cosas, la primera, que él no es de nuestro partido, sino que llegó a través de un acuerdo político. Fue propuesto por la gente de Acción Regional. En esos días constatamos que no tenía ningún antecedente penal”, destacó Masso en una entrevista con LA GACETA. “La otra, que dejó de trabajar en enero por una situación particular que salió a la luz y por eso no se dudó en desafectarlo del equipo lo más rápido posible”, añadió el funcionario, que no brindó más detalles sobre el asunto.
Según fuentes judiciales, Díaz fue desplazado de su cargo cuando habría intentado realizar gestiones a favor de dos detenidos por la Policía, por su rol en Desarrollo Social. Los funcionarios comunicaron la novedad al ministro Masso y este pidió su renuncia de manera inmediata.
“No sabíamos nada de las supuestas actividades que desarrollaba. Sólo me queda decir que la Justicia actúe con todo el peso de la ley para definir su situación. Estamos dispuestos a colaborar con lo que sea para que se sepa la verdad”, añadió Masso durante una entrevista telefónica.
La noticia de la detención de Díaz también generó sorpresa en el ambiente del rugby. Ayer fue detenido por policías cuando ingresaba al club La Querencia, donde ocupaba un cargo de dirigente. Juan Carlos, vecino de Alberdi y miembro de la entidad deportiva, contó que la presencia policial generó un revuelo. También apuntó que no hubo problemas.
Empleado municipal
Carlos Rodríguez, otro de los sospechados, fue detenido anoche. El viernes, según confiaron fuentes judiciales, habría partido a una excursión de pesca. Sus familiares, que no quisieron hacer declaraciones, le podrían haber avisado que estaba siendo buscado, por lo que decidió no regresar a su domicilio.
Durante toda la jornada de ayer circularon numerosas versiones sobre su situación laboral. Fue el propio intendente de Alberdi, Luis Campos, el que confirmó que el buscado es empleado municipal.
“Está en la planta de personal desde la gestión anterior”, le dijo el jefe municipal a LA GACETA. El funcionario no precisó qué tareas realizaba Rodríguez, pero habría sido en el área de finanzas.
“Creo que lo que más golpea es la detención de Díaz, contra el que competí en las últimas elecciones. Era un joven al que se lo comenzó a conocer del ámbito deportivo”, destacó el intendente Campos.
De Rodríguez también se conoció que colaboraba en una imprenta que imprimió los votos en los comicios recientes. Mario, otro vecino de Alberdi, reconoció que ese último trabajo le permitió al prófugo vincularse con dirigentes políticos de diferentes partidos.
El paradero de este era desconocido hasta ayer. Más allá del silencio de sus familiares, otros allegados dijeron que en lugar de la provincia (en la capital o en Yerba Buena) estaría analizando la posibilidad de entregarse. Para dar ese paso debería conseguir un abogado defensor.
Las claves del caso
Los jóvenes bolivianos fueron ejecutados de varios disparos en un lugar cercano a la frontera con su país. No tienen antecedentes, pero los investigadores sostienen que podrían estar vinculado al tráfico de cocaína.
Los sospechosos habrían mantenido reuniones en Orán. Los pesquisas piensan que habrían cerrado una operación narco, pero se presentó alguna situación extraña que derivó en la muerte de los supuestos proveedores.
A la vez, los sospechosos no se cuidaron en lo más mínimo. Los investigadores siguieron sus pasos después de que se registraron los homicidios. Analizando las cámaras de seguridad pudieron identificarlos.
