Caso Rocío: piden perpetua para los acusados de matar a la niña

Comenzó el juicio contra María Carolina Graneros (39 años) y su pareja Edgardo Hernán Caro (38), los acusados del crimen de Rocío, la niña de cuatro años que fue brutalmente asesinada en junio de 2021 y cuyos restos fueron hallados en distintos puntos de Lules. El Ministerio Público Fiscal y la querella pidieron que ambos fueran condenados a prisión perpetua. La defensa de Caro solicitó la absolución, mientras que la representante de Graneros apeló a la absolución o, en su defecto, a la condena por el delito de encubrimiento agravado.

La jornada se inició con los alegatos de apertura de todas las partes. El fiscal Pedro Gallo, en compañía de los auxiliares fiscales Julieta Molé y Juan Vilardi, fue el primero en alegar ante los jueces Cynthia Lorena Rocha, Lucas Taboada y Alejandro Valeros.

La teoría del caso de la Fiscalía de Homicidios I sostiene que la niña -desde marzo de 2021- fue sometida a reiterados maltratos crueles e inhumanos por parte de Graneros y Caro mientras estaba bajo su cuidado. El 30 de junio, Caro habría abusado sexualmente de la menor en dos oportunidades. Luego del ataque la niña se descompensó. “Los imputados, previo acuerdo de voluntades y actuando de manera conjunta y coordinada, aprovechándose del estado de indefensión de la menor y a los fines de lograr la impunidad, la cargaron convaleciente en una motocicleta y la trasladaron hasta un terreno en La Reducción, Lules. Allí, con claras intenciones de causarle la muerte de un modo cruel, inhumano y aumentando de manera innecesaria el sufrimiento, la tiraron en un pozo cavado para letrina y la prendieron fuego produciendo la muerte de la niña y se retiraron del lugar”, sostuvo Gallo.

Según reconstruyó la Fiscalía, Graneros buscó a su yerno Mauro Véliz, fueron hacia el lugar donde se encontraba el cuerpo de la niña, guardaron los restos en bolsas arpilleras y los trasladaron hacia abajo del puente del río Colorado. Horas más tarde, Graneros se acercó a la comisaría de Lules para denunciar falsamente la desaparición de la niña y Véliz aportó falsa información para desviar la investigación.

Gallo acusó a Caro por los delitos de homicidio agravado por alevosía, ensañamiento, femicidio y criminis causa, por lesiones y abuso sexual con acceso carnal agravado. A Graneros la acusó por homicidio agravado por alevosía, ensañamiento y criminis causa, y por lesiones. Para ambos pidió la pena de prisión perpetua. Respecto de Véliz, informó que ya fue condenado mediante un juicio abreviado a seis años de prisión efectiva por encubrimiento. El querellante Humberto Castaldo, coincidió con los planteos del Ministerio Público Fiscal y solicitó la misma pretensión punitiva para ambos.

La defensora de Graneros, Ximena Cáceres Olivera fue en contra de la acusación del MPF y afirmó que su pupila no estuvo involucrada en el crimen. “Carolina Graneros no mató a Mili, no tenía motivos para matarla. Al contrario, la cuidó como a una hija durante tres meses hasta el día de su muerte. Se ocupó de ella y de su hermanito menor; les brindó hogar, amor, techo, comida y todos los cuidados que su propia madre no les brindaba”, indicó la abogada.

Cáceres Olivera señaló a Caro como el único autor del crimen y dijo que Graneros sufrió violencia psicológica y física de manera sistemática por parte de él. “Caro jamás aceptó la amistad de Carolina y de Mayra (madre de la víctima). Los hijos de Mayra eran un estorbo para él ya que ocupaban la atención de Carolina”, argumentó la profesional y requirió que Graneros sea absuelta por el beneficio de la duda o en todo caso condenada por encubrimiento agravado.

Contacto con Rocío

En una línea completamente diferente, las defensoras de Caro, María José Ahumada y Natalia Hael, apuntaron contra Graneros y dijeron que Caro fue “un blanco fácil” para acusar. “Fue una coartada conveniente de la familia Graneros. Tenemos la certeza de que todas las pruebas generadas por la Fiscalía va a dejar con claridad la certeza de que Caro no estuvo involucrado en este hecho. Acá hay una cuestión muy clara, no se sabe y no se va a saber cómo y dónde murió (Rocío). Los peritos del MPF no van a poder siquiera dar cuenta de la causa de la muerte, no se va a poder probar que Caro tuvo contacto con la nena antes de su desaparición” señaló Ahumada antes de pedir la absolución de su representado.