Iván Galván: el campeón argentino de motocross que salió último en los 21k de Yerba Buena

Iván Galván: el campeón argentino de motocross que salió último en los 21k de Yerba Buena

El piloto corrió por primera vez una carrera de calle y se animó a completar la distancia más larga.

FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO

Cuando se interrumpe a un ganador es porque algo trascendental acontece. “Ahí llega el último y la última también”, levantó la voz el animador de los 21k de Yerba Buena. “Es él, síiii. Iván sos vos”, identificó Emiliano Almirón. Cuando reveló su deporte de cabecera, ahí para varios llegó la sorpresa. “Es Iván Galván, piloto de motocross”, puso más claridad. En las carreras suele dársele un reconocimiento a quien llega al último, más impacto causó que sea él y por eso Felipe Neri Chávez, el ganador de la general, pausó sus agradecimientos para que el piloto sea vitoreado y aplaudido.

Claro tardó unos minutos en llegar hasta el escenario al que subió con su pequeño hijo Felipe en brazos. No iba en la moto, eran sus piernas acalambradas y bien robustas, muy distintas a las de quienes suelen dedicarse a correr por calles y senderos las que los trasladaba. El biotipo que requiere un deporte como el de Galván requiere un desarrollo muscular y de fuerza especial para lidiar con las varias decenas de kilos que suele pesar una motocicleta. El runner no, por el contrario, mientras más liviano, mejor, logrando un equilibrio adecuado para tener resistencia y completar los recorridos a pie que van desde algunos kilómetros (en los 21K de Yerba Buena también hubo un recorrido de cinco y 10 kilómetros) a cientos.

ORGULLO. El esfuerzo de terminar, aunque sea al último, fue celebrado por Galván y todos los presentes. ORGULLO. El esfuerzo de terminar, aunque sea al último, fue celebrado por Galván y todos los presentes.

“Estoy feliz de haber terminado es 'otro deporte'”, recalcó Galván. Podría pensarse que, tomado con la seriedad de alto rendimiento, ser piloto de motos es más difícil que ser corredor de atletismo. El reconocimiento de Galván hacia su primera experiencia runnera es sumamente calificado. “Es otra disciplina y la verdad que hay que tener mucha fuerza de voluntad y garra, mucha cabeza. Los felicito a todos, desde el más chico hasta el más grande porque terminar es un esfuerzo inmenso”, explicó el piloto. “La verdad que correr es nada que ver con las motos. Nosotros tenemos muy poco tiempo arriba de la máquina, pero acá son dos horas sin parar”, diferenció el papá de Felipe que miraba sorprendido desde arriba del escenario a la gente que se quedó a la ceremonia de premiación.

No hay otro adjetivo para calificar lo que hizo Galván: ímpetu. El crosissta necesitaba entrenarse con un poco más de intensidad para tener un mejor estado físico que lo ayude a cumplir sus objetivos –siempre ganar las carreras y los títulos- de 2024. A las horas de pilotaje y gimnasio, le agregó el running. “Empecé una semana antes de la carrera con una entrenadora”, detalló. El piloto no hizo escala: se fue derechito a la distancia más larga. Mirta Rojo fue la elegida por el múltiple campeón local, regional y nacional que tiene en su currículum estado de finisher en la fecha del Mundial de motocross que se corrió en 2022 en Villa La Angostura. 

Rojo es una referente del atletismo tucumano y además tiene un grupo de entrenamiento. Si aceptó el pedido de Galván es porque con pericia y conocimiento lo vio apto. Su preparación de piloto a alto rendimiento le da una base física de calidad. Digamos que si Iván quiere jugar un campeonato de fútbol sin preparación específica para ese deporte, puede hacerlo de un modo respetable en cuanto a tolerancia. Lo mismo, por ejemplo, si se anima a un torneo de tenis. La técnica de Iván sería otra historia, claro está. “Ella vio en mí la motivación, las ganas. A otro quizás le decía que no. Yo sí, y puede ser por lo que tardé tanto, tengo varias lesiones por el motocross. Clavos, tornillos, dolor en las rodillas”, detalló.

Visiblemente lo que narraba el corredor estaba en evidencia porque el paso lento y alguna marcha con dificultad le complicaba estar parado con Felipe. “Lo último fue que me pusieron dos planchuelas y tres tornillos en un tobillo”, recordó. “¡Nunca!”, exclamó después Galván sobre el reconocimiento que le dieron. “Fue su primer último puesto”, bromeaban entre los presentes. “¿Si va a la vitrina con los otros trofeos? Claro y vale doble porque en la llegada estaba mi hijo, mi señora y mi familia esperándome”, contó con emoción Galván que hoy está cumpliendo 35 años.

La bitácora deportiva viene así: el dos de junio fecha por el Torneo del Noroeste, luego la última fecha del Campeonato de Verano en el que ya es campeón, otra fecha del NOA y la fecha del Campeonato Argentino en La Pampa. Y para 2025 ya le está haciendo espacio a correr nuevamente por las calles de Yerba Buena. Hasta piensa que podría cambiar de actividad en un futuro. “Es una alternativa”, dijo tímidamente.

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