La economía no impacta en el apoyo a Javier Milei: ¿cómo se explica este fenómeno?

La economía no impacta en el apoyo a Javier Milei: ¿cómo se explica este fenómeno?

La imagen del mandatario nacional se mantiene en altos porcentajes a seis meses de gestión.

La economía no impacta en el apoyo a Javier Milei: ¿cómo se explica este fenómeno?

El proceso de recesión que atraviesa la economía nacional no parece hacer mella en la imagen del presidente Javier Milei que mantiene altos niveles de acompañamiento y respaldo por parte del electorado nacional. Las respuestas a este fenómeno que demuestran las encuestas y los sondeos de opinión pública puede llegar a argumentarse a través del regreso de los créditos hipotecarios, la repentina marcha atrás en la estrategia de liberación de las tarifas para las prepagas o incluso en el hartazgo que supo reflejar la ciudadanía en las urnas, hace tan solo unos meses.

Si se tienen en cuenta los resultados de las últimas encuestas nacionales, el gobierno del dirigente libertario aún cuenta con un apoyo sustancial en torno al 45%, un piso insólitamente alto para el nivel de ajuste y la paciencia promedio de la sociedad moderna en cualquier parte del mundo. Más allá de eso, algunos expertos también advierten que en un detalle pormenorizado por niveles socioeconómicos, empiezan a vislumbrarse ciertas fisuras en la curva transversal con un marcado retroceso en lo que refiere a los sectores medios y medios bajo.

En paralelo, la confianza se preserva mayormente estable en los sectores populares que mantienen su confianza en Milei. Mientras que los sectores de mayor poder adquisitivo muestran una reacción dispar: en algunos sondeos conservan su apoyo a las reformas mientras se percibe un leve retroceso en otros, aunque lejos de la fuga de la clase media.

A grandes rasgos, el respaldo se sigue apalancando sobre la base de la expectativa de un mejor futuro o la bronca direccionada desde agosto si bien el discurso anti-casta ya no sirve para legitimar absolutamente todo.

El relevamiento nacional realizado por CB Consultora de Opinión Pública para el mes de mayo demostró que el titular del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) mantuvo un diferencial positivo de su imagen en 17 de las 24 provincias del país. El informe, en el que se midió la imagen presidencial en todos los territorios provinciales argentinos, reveló que Mendoza resultó ser la provincia que más apoyo le brinda al Presidente. Allí acumula un 63% de imagen positiva frente a un 32,5% que lo rechaza según el estudio de la consultora cordobesa. Este distrito cuyano consiguió la primera colocación en el ranking nacional por segundo mes consecutivo.

En el listado sigue Córdoba, donde Milei logró un importante apoyo tanto en las PASO como en el balotaje para conseguir la presidencia. En esta provincia mantiene casi un 62% de imagen positiva y tan solo un 34,6% lo rechaza.

Luego aparecen provincias como San Luís, La Rioja, Corrientes, Tucumán, Salta y Neuquén, las cuales completan el primer tercio donde la imagen presidencial positiva se impon. "El Presidente Javier Milei logra mejorar su imagen en 11 de las 24 provincias comparado al mes de marzo. El distrito donde más cayó comparado a la medición anterior fue la ciudad de Buenos Aires (-2.6%) y donde más creció fue la provincia de La Rioja (+1.9%)", detalló CB.

Entender el contexto

Consultado por este fenómeno, el magíster en Políticas Públicas, Julio Picabea, indicó que esto puede entenderse desde el nivel de hartazgo que venía atravesando la sociedad argentina en relación con la política tradicional y a los procesos políticos de los últimos 20 años.

“La aparición de Javier Milei como fenómeno responde a ese hartazgo de la sociedad con la política tradicional en el sentido de que esa política no pudo encontrarle solución a múltiples los múltiples problemas públicos que afronta el país, como la pobreza, la inseguridad, la falta de desarrollo y de inversión en infraestructura y servicios. Todas esas cuestiones han hecho que la sociedad argentina se vaya empobreciendo, que vaya empeorando su calidad de vida. Entonces, ese nivel de hartazgo llegó a tal punto que hoy mantiene el apoyo del Presidente”, aseguró a LA GACETA el director del Observatorio de la Pobreza de Fundación León.

El profesional indicó también que esto puede entenderse desde las propias dinámicas sociales y la renovación que se viene observando a medida que se incorporan nuevas generaciones a la participación política “La incursión de los jóvenes implica la aparición de nuevas demandas y si las respuestas que da el sistema están diseñadas con categorías del siglo XX esas demandas no van a ir en línea con las soluciones y, por lo tanto, le van a dar origen a la aparición de fenómenos, como puede ser el caso del Presidente. El 40% del electorado nacional se ubica en el rango de los 35 años y son jóvenes que tienen una idiosincrasia diferente, nuevas ideas, nuevas demandas, y que son los que en parte han impulsado este cambio de paradigma que es inédito en Argentina”, puntualizó.

Para Picabea también se debe tener en cuenta que lo evidenciado en este tiempo es resultado de una sociedad hiper fragmentada lo que se evidencia en representaciones políticas fragmentadas. “Estamos en presencia de una gran fragmentación social de votantes que están muy volátiles y que no tienen inconvenientes en quitar rápidamente el apoyo de un sector y trasladarlo a otro porque hay múltiples identidades y eso vuelve difícil conciliar todos los intereses. Se habla mucho de sociedades multi-identitarias y eso también se torna difícil para los gobiernos porque no es sencillo mantener por mucho tiempo el respaldo”, exclamó.

Finalmente, el profesional remarcó que lo que hoy se observa en el país tiene correlato directo con lo que viene sucediendo en América Latina y otros puntos del globo, en relación a la llegada de nuevos gobiernos con amplio respaldo popular, pero de corto  plazo. “Uno ve que en estos contextos las nuevas administraciones llegan con mucho apoyo al poder y muy rápidamente comienzan a flojear con su legitimidad de ejercicio. Es evidente que resulta difícil actualmente para los oficialismos sostener por mucho tiempo el apoyo de la sociedad, más si no se perciben grandes cambios. Por lo tanto, creo que estamos en un momento bisagra para ver cómo mantiene estos niveles de apoyo el gobierno argentino”, enfatizó.

Mayor retracción

Un trabajo de Moiguer Consultora asegura que la clase media argentina vino readecuando sus gastos desde finales del año pasado y ya no tiene donde más ajustar. El relevamiento demuestra que ante este escenario económico hay un promedio de seis rubros en los cuales todos los niveles dejaron de consumir.

“El nivel que más dejó de consumir es la clase media y los consumos que se destacan son los cambios en la forma de comprar productos para el hogar. Básicamente empezó a comprar lo que nosotros llamamos marcas blancas, de supermercados y esto es el 60% de los hogares, llegando casi al 70% en la clase media. Compran marcas y en algunos supermercados, los más cercanos, con superficies más pequeñas, llega al 30% el total de lo que venden en esos supermercados”, indicó.

En cuanto al segundo rubro demuestra que los consumidores también dejaron de lado algunos “gustitos” como comprar para hacer asados o salir a comer afuera. “Esto llega al 30% de los hogares y supera el 40% de la clase media”. puntualizó.

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