20 Mayo 2024
Ante la presencia de síntomas respiratorios, se aconseja no automedicarse y consultar con un especialista.
Junto a la temporada de frío, es habitual que las guardias de los hospitales vuelvan a abarrotarse de pacientes que presentan cuadros respiratorios. Para prevenir una sobrecarga en el sistema de salud, es importante distinguir y aprender a prevenir algunas enfermedades e infecciones respiratorias como laringitis, faringitis y bronquitis.
Una infección respiratoria es una enfermedad en las vías respiratorias que evoluciona en un período inferior a15 días. Sin un tratamiento adecuado, pueden degenerar en neumonía, un problema de salud que puede llegar a ser grave.
Las infecciones respiratorias agudas (IRA) pueden causar síntomatología como: líquido abundante en la nariz, tos, fiebre, otorrea, dolor de garganta, disfonía, exudado purulento en la faringe. En los casos en que la IRA adquiere neumonía, también se presenta un aumento en la frecuencia respiratoria. En los casos más graves hay un aumento en la dificultad respiratoria.
Faringitis, laringitis y bronquitis
La bronquitis se da cuando las vías bronquiales -arterias respiratorias que llevan oxígeno a los pulmones- se inflaman y producen dificultad para respirar. Además de mucosidad, la bronquitis puede producir jadeos, presión en el pecho y fiebre baja.
La laringitis es la inflamación de la laringe generalmente producida por un virus. Suele estar asoiada a la disfonía o pérdida de voz, pero también puede generar síntomas como fiebre y ganglios linfáticos inflamados. La faringitis, por su parte, puede presentar síntomas similares, pero consiste en la inflamación de la parte posterior de la garganta, entre las amígdalas y la laringe.
Prevención de enfermedades respiratorias
Entre las formas de evitar las enfermedades respiratorias se sugieren:
- Lactancia materna durante los primeros cuatro o seis meses del niño
- Controlar el estado nutricional
- No fumar cerca de los niños
- No usar braseros o quemar leña en lugares cerrados
- Abrigarse en época de frío
- Evitar cambios bruscos de temperatura
- Comer alimentos con vitaminas A y C
- Ventilar las habitaciones
- Tomar líquidos en abundancia
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