Día Mundial de la Hipertensión Arterial: cuáles son los signos de esta enfermedad que cada vez suma más adeptos

La hipertensión arterial es una enfermedad que prevalece con preocupante popularidad en la población argentina, donde un 36,8% de los individuos mayores de 18 años la padece. En el Día Mundial de la Hipertensión es fundamental conocer de qué se trata la enfermedad detallando cuáles son los signos que la anticipan.

El día mundial de la Hipertensión arterial busca promover la concientización y los esfuerzos para prevenir, diagnosticar y controlar la hipertensión arterial. Esta enfermedad es una de las principales causas de patologías cardíacas más complejas y en nuestra sociedad esta se presenta con gran frecuencia, dando cuenta que cuatro de cada 10 personas mayores de 18 años la padece.

Hipertensión arterial: ¿qué provoca esta afección en nuestro cuerpo?

En cifras más notorias, nuestro país alberga 12 millones de hipertensos y sólo dos de cada 10 de los mismos están adecuadamente controlados y tratados. A la misma vez es una de las enfermedades más sencillas de diagnosticar, ya que puede hacerse en unos simples pasos en casa, a través de una herramienta llamada tensiómetro.

La hipertensión arterial se produce por el aumento de la fuerza de presión que ejerce la sangre sobre las arterias de forma sostenida. Este esfuerzo provoca que las paredes de las mismas se dañen, sobre todo cuando se trata de las arterias cerebrales, coronarias y renales. De esta manera, la hipertensión es el motivo de afecciones mucho más complejas que pueden comprometer ampliamente la salud de una persona, como son los accidentes cardiovasculares, la insuficiencia renal y cardíaca e incluso el infarto de miocardio. 

Los síntomas que advierten que padecemos de hipertensión arterial

La tensión arterial idónea se encuentra en torno a los 120/80 milímetros de mercurio (unidad de presión, que se expresa en las siglas mmHg). Unas cifras por encima de este ideal ya aumenta el riesgo de muchas patologías cardiovasculares. Y así con cada aumento de 20mmHg de tensión los pronósticos son más preocupantes, donde las probabilidades de mortalidad por causa cardíaca aumentan, y ya una cifra de 180/120 mmHg representa afecciones inminentes como insuficiencia cardíaca aguda, ictus (lesión en el cerebro ocasionada por la interrupción de la irrigación sanguínea) o derrames cerebrales.

Es en este punto donde la presión arterial es sumamente alta donde los signos se vuelven extremadamente notorios y visibles. Algunos de ellos son: dolor de cabeza; dolor en el pecho, mareos, dificultad para respirar, náuseas, vómitos, visión borrosa o cambios en la visión, ansiedad, confusión, pitidos en los oídos, hemorragia nasal y cambios en el ritmo cardíaco.