A todos nos pasó alguna vez de encontrarnos con una persona conocida en la calle y no acordarnos su nombre a la hora de saludarla. Peor aún si estamos con alguien y, por educación, los tenemos que presentar. ¿Qué significa esto? ¿es normal? ¿será una señal de una pérdida de memoria en el futuro?
Esto no solamente sucede con el nombre de las personas. También pasa con el nombre de una calle, una película o una clave. La fea sensación de no poder retener y expresar el nombre de una persona, no hace más que sembrarnos incertidumbre y preocupación.
¿Qué significa que me olvide el nombre de las personas?
Olvidarse de los nombres de las personas y otras cosas relacionadas a la vida cotidiana, están vinculadas a la sobreestimulación de información y al estrés crónico que hoy en día vive la mayoría de la población mundial. También el ritmo de vida acelerado, la hiperconexión y el uso excesivo de pantallas, no son buenos para la memoria.
José Abadi, psicoanalista, describe así la falla de la memoria: “Los olvidos cotidianos se relacionan con una alta tensión emocional, mucha agitación y dispersión. Se empieza a hablar de un tema y rápidamente se pasa a otro, pero la mente está ocupada en otra cosa, mientras se deja lo que hay que hacer. El tener tantas cosas en la cabeza, llevan a la dificultad de focalizar en una idea, porque la energía está puesta en diferentes representaciones en forma simultánea”.
También, haciendo foco en la falla de la memoria cuando queremos recordar un nombre, María Roca, coordinadora científica de la Fundación Ineco, sostiene: “La dificultad en la evocación de una palabra en un momento determinado, es un fenómeno que se conoce como anomia en el mundo de la neurociencia. Este tipo de fallas aparecen en cualquier etapa de la vida. La buena noticia es que no hay que alarmarse”.