El estadio general Brigadier Estanislao López volvió a tomar protagonismo entre los habitantes de Santa Fe y no necesariamente por el partido que disputaron San Martín de Tucumán y Almirante Brown. El “Cementerio de los Elefantes” fue elegido como sede de la Copa Argentina para ambas hinchadas, justo en el aniversario número 60 de la gesta heroica que dio el puntapié inicial a un apodo que quedará marcado a fuego para los simpatizantes del “sabalero”.
Durante los primeros días de mayo de 1964, la ciudad santafesina quedó revolucionada. Lo que parecía un rumor se volvió realidad y el histórico Santos de Pelé podía llegar a la provincia del litoral para disputar un amistoso. Nadie quería perderse un espectáculo de estas dimensiones, sobre todo por las realidades de ambos equipos.
Santos venía de ser tricampeón brasileño, bicampeón de América y Continental. En tanto que el conjunto “rojinegro” no transitaba su mejor momento.
Había regresado a la Primera B, luego de una reestructuración que había realizado la AFA (Asociación del Fútbol Argentino).
“En 1964, Colón estaba en el torneo de Primera B y el día anterior había perdido contra Platense 2-0 en Buenos Aires. El 5 de mayo en el marco del aniversario del club, se logró que Santos venga a jugar a Santa Fe. El equipo brasileño venía de ganarle a Boca en La Bombonera y a Racing en Avellaneda”, le explicó el historiador de Colón Diego Meloni a LA GACETA. “Llegó con un invicto de 43 partidos y venía de ser bicampeón de América y tricampeón Brasileño. Parte de su columna vertebral estaba integrada por jugadores de la Selección brasileña. Estamos hablando de Pelé, Coutinho y Pepe”, añadió Meloni.
Con las tribunas colapsadas y una cifra récord de recaudación -alcanzó los $2.597.460- los hinchas se mostraban expectantes, más allá, de que el partido parecía un trámite para el elenco brasileño. Sin embargo, ocurrió lo menos pensado.
Sin temor a la supremacía del rival, el técnico de Colón José Cantelli apostó por un 4-4-2 que le permitiría contener por completo a figuras como Coutinho o Pelé. Si bien el planteo funcionaba a la perfección, “O Rey” marcó el primer gol y su equipo se fue a los vestuarios con la ventaja en el marcador.
No obstante, en el complemento el “sabalero” salió a comerse al rival. El paraguayo Fernando López sólo tuvo que empujar la pelota adentro de la red tras un pase magnífico de Norberto “Chiji” Serenotti, uno de los últimos jugadores del 64’, que falleció el 21 de enero de este año.
Cuando faltaban tan sólo tres minutos para el final, Demetrio Gómez, que ingresó desde el banco de suplentes, torcería la historia a favor de Colón. Tras un centro de Luis “Motoneta” López y una floja salida del arquero brasileño Wilmar, convertiría el segundo para un triunfo histórico.
“Santos tenía en proyecto hacer otros partidos, pero con la derrota quedaron tan enojados que se volvieron a Brasil. Luego le ofrecían hasta oro al presidente de Colón para jugar la revancha en el Maracaná. Eso fue un logro casi imposible para un plantel que era prácticamente amateur. Si bien el triunfo implicó una revolución en Santa Fe, viajar a Brasil era muy costoso y no se concretó”, aseguró el historiador Germán Barlasina.
Debido a ese enorme triunfo, un grupo de periodistas locales catalogaron al estadio de Colón de Santa Fe como el “Cementerio de Los Elefantes”, un apodo que hasta el propio Pelé incorporó al hablar del “sabalero”.
“Veníamos de ganarle a Boca, River, Inter, Racing. Santos venía invicto como treinta partidos. Estábamos invictos y cuando jugamos ahí, nosotros perdimos. Yo me acuerdo que hice el primer gol, menos mal. Después, más yo creo que de ahí para adelante todos empezaron a llamar la cancha de Cementerio de los Elefantes”, recordó el crack brasileño de Santos en una entrevista.
Otros de los que recordó semejante epopeya fue Daniel Jovellano, periodista de LT 10 Radio Universidad Nacional del Litoral. “Además de ganarle a Santos, Colón también venció en su estadio a Boca, a Peñarol de Montevideo que venía de ser campeón de la Copa Libertadores y hasta a la Selección argentina, cuando vino a jugar un amistoso en la provincia”, dijo el periodista santafesino. “Cómo venían y perdían aquí, se le puso ese apodo. Al año siguiente, Colón ascendería a la Primera división”, agregó Jovellano.
“Es un apodo que con el tiempo se va a ir acrecentando porque ese año, un par de semanas después Colón le va a ganar a la Selección argentina que venía de ser campeona en Brasil y a Peñarol de Montevideo en un amistoso internacional”, dijo Meloni. “Habla un poco de esa bravura y dificultad que los equipos tenían a la hora de venir a jugar a Santa Fe. Se decía que el elefante que venía, era enterrado en este cementerio”, concluyó sobre el histórico estadio del barrio Centenario.