Las peores tragedias ferroviarias y trenes tucumanos

Las peores tragedias ferroviarias y trenes tucumanos

El “Mixto” impacta en febrero de 1970. En 1978, el Estrella del Norte choca cerca de Sa Pereira.

EN BUENOS AIRES. El convoy que iba hasta Retiro impactó en 1970 por detrás a otra formación que estaba detenida en las vías cerca de Benavídez. EN BUENOS AIRES. El convoy que iba hasta Retiro impactó en 1970 por detrás a otra formación que estaba detenida en las vías cerca de Benavídez.


Las mayores tragedias ferroviarias en la historia de nuestro país se produjeron en febrero y los dos primeros lugares son ocupados por formaciones que realizaban el recorrido entre Tucumán y Retiro. El tercer lugar lo ocupa la que ocurrió en la estación de Once en 2012 y por el cual terminaron en prisión varios exfuncionarios del Gobierno kirchnerista. Muchas imágenes del pasado habrán vuelto en muchos argentinos tras el reciente choque entre dos formaciones que circulaban por las vías del tren General San Martín y por el cual fueron atendidas más de 60 personas con lesiones de diversa importancia.

Febrero de 1970

El 1 de febrero de 1970 se produjo una tragedia cuando el recordado “El Mixto” que iba desde nuestra provincia hasta Buenos Aires chocó con una formación detenida. El convoy 116, con más de 400 pasajeros, embistió al tren de pasajeros 3.832 que se encontraba detenido en las cercanías de la estación Pacheco. Según nuestra crónica, que abarcó varias páginas, “la rapidez con que circulaba el convoy que venía desde la capital tucumana, accionado con dos locomotoras, hizo imposible cualquier maniobra de sus conductores para detener su marcha al ver allí estacionado al otro convoy”. A causa del impacto se produjeron 236 muertos y más de 360 heridos. Esos números la convierten en la peor tragedia ferroviaria de nuestro país. La formación que estaba detenida transportaba alrededor de 1.000 pasajeros.

El choque se produjo alrededor de las 20 en el kilómetro 36 y “varios vagones saltaron por los aires al producirse el encontronazo y hierros retorcidos, cadáveres y heridos se vieron diseminados por las inmediaciones”. La cantidad de víctimas obligó a que todos los hospitales de la zona se vean sobrepasados en sus servicios. Se utilizaron dos trenes hospital que trasladaron a centenares de heridos.

En el relato se informaba que “los vecinos del lugar donde ocurrió el accidente no podrán olvidar jamás la jornada que les tocó vivir”. Se agregaba: “Por la tarde se intensificaron las tareas de las cuadrillas de rescate. El jefe de una de ellas dijo: aún restan cadáveres para retirar. Nuestros hombres no sólo están agotados físicamente, sino también anímicamente por el dantesco espectáculo que están viviendo”. La empresa Ferrocarriles Argentinos emitió un comunicado oficial donde se informaba que “anoche a las 20.05 el tren de pasajeros 1.016 del ferrocarril General Mitre, que procedía de Tucumán rumbo a la Capital Federal embistió a la altura del kilómetro 36, entre Benavídez y General Pacheco al tren de pasajeros número 3.832 que a su vez se dirigía de Zárate a Retiro”. En ese informe se indicaba que una formación que se dirigía desde Buenos Aires a Baradero, fue detenida en Pacheco y se dispuso que los pasajeros desciendan a allí. Con ello se determinó que el convoy se volviera tren hospital para trasladar a los heridos del accidente”.

Allí se destacaba que inmediatamente respondieron dotaciones de bomberos de Tigre, San Fernando, Vicente López, Morón, Villa Ballester y La Plata; además de efectivos militares de la guarnición de Campo de Mayo, de la Aeronáutica, de la Prefectura Naval, de la Policía Federal y de la Bonaerense. Los centros médicos que atendieron a los heridos fueron el Hospital Militar Central, Policlínico Ferroviario, de Tigre, San Isidro, San Fernando, Don Torcuato, Vicente López y otros de la Capital Federal.

Una pasajera de “El Mixto” señaló: “en la noche oscura por una tormenta en ciernes se escuchó de pronto un estrépito seguido por gritos desgarradores de las víctimas. Los que vimos que no teníamos heridas tratamos de colaborar y para ello debimos trabajar entre las malezas y en una impenetrable oscuridad”.

Febrero de 1978

La historia ahora nos lleva a Santa Fe. Las agujas del reloj marcaban las 7.22 del 25 de febrero de 1978 cuando, luego de cruzar un colectivo de larga distancia la vía del ferrocarril, siguió un camión con caja y acoplado térmico con una carga de unos 25.000 kilogramos de grasas y alimentos cárnicos. En ese momento el tren Estrella del Norte impactó con el camión. El convoy llevaba 2.130 pasajeros. Una curiosidad fue que la cantidad de pasajeros era casi similar a la cantidad de pobladores de la pequeña ciudad de Sa Pereira, ubicada sobre la ruta 19 y a poca distancia de donde se produjo el accidente.

A causa del hecho murieron 55 personas y otras tantas resultaron heridas. Nuestra crónica decía “53 muertos” y en la bajada informaba que “al chocar el tren Estrella del Norte a un camión en Santa Fe”. En la nota se decía que “el impacto fue de tal magnitud que la locomotora volcó y 11 de los vagones que componían el convoy descarrilaron y se incrustaron algunos de ellos entre sí”. También se indicaba que el paso a nivel solo tiene alarmas luminosas y campanillas, “las que funcionaban perfectamente en el instante de la tragedia”, afirmaron los testigos.

EN SANTA FE. El Estrella del Norte chocó en 1978 a un camión que pasaba por un cruce en las cercanías de Sa Pereira y se produjeron 53 decesos. EN SANTA FE. El Estrella del Norte chocó en 1978 a un camión que pasaba por un cruce en las cercanías de Sa Pereira y se produjeron 53 decesos.

El chofer del camión resultó ileso. La desgarradora, terrible, espantosa y dolorosa descripción realizada por un joven médico sirve para tener una idea de lo tremendo del accidente. Con imágenes persiguiéndolo narró: “se veían cadáveres por todas partes y fuera de los vagones gente tirada, en tanto dentro se podía observar brazos y piernas sueltas, cuerpos horriblemente mutilados. De vez en cuando alguien se quejaba. Había sangre por todos lados. Confieso que a pesar de ejercer de médico desde hace años por un momento me sentí descompuesto y tuve miedo de no poder ser útil”. Los primeros en auxiliar a los pasajeros fueron los habitante de Sa Pereira donde había solamente un puesto sanitario.

Los testigos aseguraron que la locomotora tocó en varias oportunidades su sirena anunciando su llegada al paso a nivel mientras el camión seguía con su paso. Y por otro lado se indicaba que el convoy llevaba muchos pasajeros, algunos viajaban parados. Las noticias corrieron con velocidad y llegaron con celeridad a las estaciones cabeceras. Tucumán, La Banda (Santiago del Estero), Rosario y Retiro se convirtieron en la caja de resonancia ya que en ellas se agolparon los familiares y amigos de los pasajeros que iban en el convoy.

La desesperación, el temor, la incertidumbre y la desesperanza reinaron por varias horas. El convoy que era encabezado por la máquina 9.212 llevaba más de una hora de retraso por lo que el paso por el lugar debería haber ocurrido mucho antes. Otro de los datos curiosos fue que en el tren había más de 400 santiagueños, que había subido en La Banda, que regresaban a Buenos Aires tras haber pasado las fiestas de carnaval en su provincia.

Febrero de 2012

Más cerca en el tiempo llegamos hasta el 22 de febrero de 2012, cuando la formación 3.772 del ferrocarril Sarmiento impacta en la estructura de la estación de Once produciendo 51 muertos y más de 700 heridos. El accidente ocurrió a las 8.33. Entre los muertos había 28 mujeres y 23 hombres. Transportaba unos 1.500 pasajeros. Pero muchos de ellos se agolpaban en los primeros vagones. A 1.000 metros de su destino redujo la velocidad de 47 a 39 kilómetros por hora. Entró a 26 km/h en el andén. A 40 metros del final ya había reducido hasta los 20 km/h. Pero ya no volvió a frenar. Con esa potencia chocó contra el muro de contención y el segundo vagón se incrustó más de cinco metros en el primero.

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