Mateo Acosta palpitó el partido por Copa Argentina y quiere cortar su sequía con San Martín de Tucumán

El duelo de mañana por la tarde contra Almirante Brown no será uno más para San Martín de Tucumán. La previa de los 32avos de la Copa Argentina estuvo repleta de controversias para el conjunto de Bolívar y Pellegrini. Desde el pedido de cambio de sede en Santa Fe por falta de garantías en seguridad, hasta las declaraciones incendiarias de Iván Zafarana. Lo cierto es que al plantel “santo” nada lo desvía del objetivo. Así lo expresó Mateo Acosta, un protagonista que sabe superar escollos y que buscará ser clave para sellar la clasificación a la próxima ronda.

El centrodelantero de 31 años sumó muy pocos minutos en la Primera Nacional en lo que va de la temporada, debido a una dura lesión, y viene de ser titular en el empate contra Tristán Suárez. Si bien se mostró alegre por integrar el doble “9” junto a Junior Arias, aseguró que el último resultado golpeó fuerte al plantel que dirige Diego Flores.

“Estoy muy contento. Fue mucho tiempo el que no jugué desde el arranque. El último de titular había sido contra Güemes de Santiago del Estero el año pasado. Obviamente que estoy con sensaciones encontradas por lo que pasó en el último partido”, aseguró Acosta en diálogo con LA GACETA. “Nos hubiese gustado ganar. Fue un partido flojo en lo colectivo y estamos tristes por el resultado. Pero seguimos ahí arriba”, analizó.

Coraje, perseverancia, superación y sobre todo, incertidumbre. Acosta tuvo que transitar diversas emociones en el inicio de la temporada. Cuando parecía que podía llegar a ganarse la titularidad con la salida de Emanuel Dening, el club decidió incorporar a Arias y a Gonzalo Klusener en su puesto. Además, en ese proceso de adaptación a un nuevo plantel, Acosta padeció una pubalgia que lo tuvo afuera de las canchas por mucho tiempo.

“Es una lesión muy complicada. Nunca tuve nada y la verdad que la pubalgia me dolió muchísimo. Había días en los que estaba bien y otros en los que no podía ni levantarme de la cama o la silla”, explicó Acosta. “El dolor era muy fuerte; no estaba bien y además falleció mi papá Gustavo. Fueron muchas cosas complicadas que me pasaron en este último tiempo”, aseguró “Mate”, que recibió un gran apoyo de parte del plantel y de su familia: su pequeña hija Guillermina y su esposa Camila Gómez Ares, futbolista de Boca. “La familia es lo más importante porque son los que te empujan para adelante. Yo en Tucumán estoy sólo, pero ellos vienen y me apoyan. Al estar mucho tiempo sin su compañía, es complicado y la cabeza te juega en contra. No es fácil”, dijo Acosta.

Lo cierto es que para la levantada anímica de Acosta, sus compañeros también tuvieron un rol fundamental. Cuando Arias marcó el segundo de la goleada contra Arsenal, lo celebró con Acosta que estaba a un costado del campo y con el dolor reciente por haber perdido a su padre, aquel ex mediocampista de Ferro y Cádiz, entre otros.

Justamente “Cepillo” Acosta le transmitió la pasión a Mateo por los colores “verdolaga”. Si bien el delantero es confeso hincha del equipo de Caballito, se mostró molesto por una mala interpretación que aludía que podía ser refuerzo de Ferro. “Hay gente que twittea cosas o pone en boca de uno lo que no se dijo. Nunca me llamó nadie del club ni se comunicaron conmigo. Todos saben que soy hincha, pero nada más”, dijo.

Otro de los rumores que negó el delantero fueron los motivos por los que no jugaba y de la posible ruptura del plantel con Flores. “Fue por la lesión. No me dejaba entrenarme a la par del grupo en la semana y tenía que hacer un tratamiento para poder recuperarme”, explicó. “Con Diego tengo una relación buena, cómo la que tiene cualquier jugador con un entrenador; de mucho respeto y mucho diálogo. No tengo nada para decir en contra de Flores”.

Mañana a partir de las 17.15, San Martín tendrá un desafío crucial contra Almirante Brown. Además de evitar la eliminación de un torneo que parece maldito, deberá convencer con su juego a los hinchas. “Le está costando a San Martín como también a los otros clubes. Contra nosotros todos se juegan la vida. Estos partidos de eliminación directa son los más difíciles. Hay que tomarlo como una final y pasar de ronda”, concluyó Acosta, que también quiere volver a gritar un gol.