Los huesos con el paso del tiempo van perdiendo sus capacidades de repararse y recomponerse. La osteoporosis es la enfermedad que ocurre cuando nuestros huesos pierden la capacidad de mantenerse fortalecidos. Sin embargo existen maneras, a través de nuestra alimentación, de prevenirla.
Nuestros huesos son tejidos vivos que cada tanto se desplazan, se eliminan y se renuevan. El tejido óseo cuando se vuelve viejo es reemplazado por uno más fresco. Los osteoblastos son las células encargadas de producir hueso nuevo manteniéndolo sano y fuerte, de manera que estos nos permiten mantenernos de pie y movilizar nuestro cuerpo para poder caminar y hacer las actividades de nuestra rutina diaria.
La osteoporosis: ¿de qué manera afecta a nuestros huesos esta enfermedad?
Cuando este tejido vivo no puede regenerarse y pierde sus capacidades de mantenerse firme, es el momento en que ocurre la enfermedad de la osteoporosis. En esta afección la generación de hueso nuevo se vuelve más lenta, sin poder compensar la pérdida de tejido viejo que sigue ocurriendo al mismo ritmo. Con esta enfermedad es que los huesos se vuelven débiles y los golpes y acciones más delicadas como toser o agacharse pueden causar afecciones como roturas y quebraduras.
Existen maneras de prevenir esta enfermedad que lastima nuestros huesos a través de un componente que se encuentra en diversos alimentos, y este es la vitamina D. Se trata de un nutriente liposoluble crucial en la prevención de esta condición, debido a su papel fundamental en la regulación del calcio, necesario para mantener la salud ósea. Esta vitamina facilita la absorción del calcio en el intestino, un proceso esencial para el desarrollo y fortalecimiento de los huesos.
La vitamina D, el nutriente fundamental para el cuidado de nuestros huesos
Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, este nutriente es fundamental para la absorción del calcio, que es un componente esencial para el mantenimiento de unos huesos fuertes. La vitamina D junto con el calcio ayudan a prevenir la osteoporosis además de ser indispensables para que el sistema inmunitario pueda combatir las bacterias y los virus que lo atacan.
Los alimentos que contienen en su composición una gran cantidad de vitamina D son las paltas que además son fuentes de otros nutrientes como la vitamina k, ácido fólico y potasio. Los hongos por otro lado son un alimento de origen no animal capaz de producir vitamina D cuando son expuestos a la luz ultravioleta, mecanismo que es idéntico al de los humanos cuando sintetizan esta vitamina bajo la exposición solar. Esta característica se debe a la presencia de ergosterol en los hongos, un compuesto que se convierte en vitamina D2 al ser irradiado por la luz ultravioleta.