Una reciente propuesta legislativa del Gobierno provincial despertó rápidos y diversos posicionamientos en el arco político y productivo local. La creación por ley de un nuevo ente autárquico, el Instituto para el Crecimiento y Fomento del Limón (IFL), y la declaración de interés público a la producción sustentable de limón y sus derivados provocó que la dirigencia productiva salga a exponer sus posturas al respecto. La propuesta, que contiene 26 artículos, todavía no fue tratada por las comisiones pertinentes de la Cámara provincial (Hacienda y Producción), pero en las próximas jornadas podría empezar a debatirse en el ámbito del Poder Legislativo. “En los últimos años, el sector limonero viene sufriendo una constante caída de su facturación, lo que ha significado pérdidas de cuantía para el sector privado y para la Provincia, con el consiguiente impacto negativo en la recaudación tributaria”, fundamentó el Ejecutivo en el texto de la ley. Hoy podría ser un día crucial para la iniciativa oficial porque la Legislatura podría resolver la convocatoria a los actores alcanzados por la propuesta y no emitir dictámenes para que el proyecto suba al recinto. Esta dilación provocaría que la conformación del IFL quede para una sesión posterior.
A modo de génesis de este tema hay que tener en cuenta que el pasado 8 de mayo, la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (Acnoa) envió una carta dirigida al Gobernador de la provincia, Osvaldo Jaldo, y al ministro de Economía, Daniel Abad, con la finalidad de ponerlos en conocimiento sobre “la difícil situación del sector limonero”, la cual se refleja “en una marcada disminución de la exportación de fruta fresca y consecuentemente una fuerte caída de los ingresos por la venta de los productos industriales producida por la superproducción mundial de limones y la pérdida de competitividad de Argentina respecto de los competidores externos”.
“La participación de los derivados industriales de nuestras industrias, representan como mínimo, un 60% de las ventas mundiales. La baja de precios internacionales se basa fundamentalmente debido a los stocks acumulados en los últimos cuatro años en nuestra provincia. No escapará a vuestro criterio que un manejo ordenado de los mismos podría derivar en la sustentabilidad de más de 50.000 puestos directos además otros tantos de manera indirecta, llevando tranquilidad a la economía provincial y a los productores independientes. En este sentido solicitamos al gobierno provincial herramientas conducentes que tiendan a paliar la situación actual”, subrayó el documento.
Visto bueno
A pesar de las resistencias que empezaron a evidenciarse en las últimas jornadas, el titular de Acnoa, Pablo Padilla, se pronunció a favor de la iniciativa entendiendo que no se trata de “una intervención” por parte del Estado, sino de “una herramienta” con la que se pueda ordenar al sector para encausarlo, nuevamente, “en un camino de crecimiento y rentabilidad y no de sometimiento de los fuertes sobre los débiles”.
“Nadie puede decir que no es verdad y que estamos viviendo una situación de crisis y que esto está impactando en la provincia. La decisión del Gobernador ha sido darnos una herramienta o generar una herramienta para lograr los consensos que necesitamos y que el sector privado no ha sido capaz de generar por sí solo”, sostuvo el referente del sector. Y puntualizó que la iniciativa surge también como respuesta a las 6.000 hectáreas de producción que se están perdiendo y las 11.000 hectáreas abandonadas que impactan de lleno en la caída de ingresos a la provincia.
Consultado sobre otras alternativas que pueda encontrar el sector para revertir la crisis que arrastra desde hace años, Padilla afirmó a LA GACETA que pueden encontrarse otras opciones, pero también es importante reconocer que en los últimos tres años se han realizado distintos intentos y el sector solo “manifestó su incapacidad para lograr los acuerdos necesarios”. “El Gobernador está diciendo, señores limoneros, vengan, siéntense, les doy el marco legal para que trabajen y traten de conseguir los acuerdos necesarios para corregir lo que está pasando. Hubiera sido mucho mejor que no hubiésemos perdido tanto tiempo para lograr acuerdos y pensar estratégicamente. Pero bueno, si el camino es a través de estas entidades, me parece que no debemos negarnos a hacer las cosas de una manera diferente. Si seguimos haciendo siempre lo mismo, los resultados seguramente serán los ya conocidos. Tenemos que sacarnos los prejuicios y aprovechar que se nos convoque para buscar soluciones”, enfatizó.
Sobre la principal problemática que afronta el sector productivo, Padilla indicó que la crisis con los excedentes aparece como la arista que demanda mayor atención y una pronta solución. “Estamos ante un producto que registra un crecimiento de consumo sostenido, pero debemos generar cierto ordenamiento. Y ante esto hay dos visiones, una es la de salir de la crisis tratando de administrar un poco mejor esos excedentes, buscar nuevos usos alternativos como el ácido cítrico, azúcares naturales, bioflavonoides que son productos de alto valor agregado que ayudarán a sostener el crecimiento, la rentabilidad y todo lo que eso significa”, dijo.
Pedido de diálogo
El legislador Agustín Romano Norri (UCR) pidió la postergación del proyecto mediante el cual se crea el IFL. “Esta iniciativa tiene sectores que la apoyan y otros que no. Hace falta más diálogo para aprobar un proyecto que valga la pena y que sea enriquecido con el aporte de todos los interesados”, dijo Romano Norri. Y advirtió: “El Gobierno envió un proyecto y el oficialismo quiere aprobarlo sin antes darle tratamiento en las comisiones. Sería un gran error”. Más allá de reconocer la crítica realidad que atraviesa el sector productivo, el legislador remarcó que el tratamiento expeditivo de una norma de este calibre puede resultar “perjudicial” para una de las actividades emblemáticas de la provincia.