Santiago Bulat cree que el mercado confía en que el presidente Javier Milei logrará encarrilar el rumbo económico de la Argentina. Economista y socio en Invecq Consulting, Bulat considera que la Ley Bases será sancionada por el Congreso, pero aclara que quedarse sólo con esa normativa sería un error estratégico para el Gobierno nacional. Antes de su disertación en el Expo NOA Construye, el jueves que viene en la Sociedad Rural de Tucumán, el Magister en Finanzas y en Economía dio la siguiente entrevista a LA GACETA.
-A cinco meses del cambio de gestión, ¿se hizo lo que había que hacer o lo que se pudo en materia económica?
-Se eligió bien el rumbo, de corregir el tipo de cambio, recomponer las reservas internacionales del Banco Central, terminar con el déficit fiscal y evitar un escenario de mayor inflación. Todo eso se hizo con muchos limitantes y también con algunos errores. Pero la situación que heredó este gobierno era realmente muy compleja.
-La sociedad sigue apostando a Milei, ¿y el mercado? ¿Habrá acompañamiento si la Ley Bases llega a estancarse en el Congreso?
-El mercado confía. Por eso los bonos van hacia los U$S 60, habiendo estado en U$S 18 cuando Sergio Massa asumió como ministro de Economía durante la gestión presidencial de Alberto Fernández. Esto se refleja en el nivel de Riesgo País que ronda los 1.200 puntos. El mercado confía en el superávit fiscal y que la compra de reservas continuará al ritmo de lo que viene haciéndolo el Gobierno. Los bonos se abonan con superávit en pesos, comprando dólares para pagar. Tiene sentido. Pero el mercado sí pone un ojo en la capacidad de sostenerlo hacia adelante. Y por ejemplo, el problema con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (Cammesa) es una mala señal. Creo que la Ley Bases va a salir, aunque aun con más modificaciones y dudo que sea la última ley que saquen. Quedarse cómodos con eso sería un error.
-¿En qué momento del ajuste estamos?
-Al ajuste le faltando las subas de las tarifas de los servicios públicos privados y también en las cuotas del sistema de medicina prepaga. La duda también está instalada sobre el tipo de cambio oficial, que el gobierno sostiene que es de equilibrio aunque sigue sin sacar el cepo. Los usuarios N2 (de bajos ingresos) y N3 (de ingresos medios) aun no sufrieron los incrementos previstos en el proceso de actualización de precios y la cobertura de la tarifa es aun menor que la que tenían con Sergio Massa. Es decir que, cuando eso suceda, se sentirá plenamente en los bolsillos. Prepagas pasa algo similar; en algún momento buscarán recuperar lo que perdieron con el reajuste, aunque eso recae sobre una porción menor de la población.
-¿A ese ajuste realmente lo hizo la casta? ¿O hubo efectos generales?
-Por lo que hemos podido observar hasta ahora, el principal ajuste está hecho sobre las jubilaciones, sobre el financiamiento de la obra pública, en la reducción de personal que se desempeña en el Estado y en las transferencias de recursos hacia las provincias.
-En NOA Construye, vas a hablar sobre la economía 2024, un puente a la estabilidad. ¿Cuándo se observará que la economía argentina se normalice?
-Hay algunos indicios que podrían dar cuenta de un piso de la caída en abril: los salarios, el crédito. Pero aun queda mucho por mejorar y la economía argentina tiene una dinámica muy heterogénea. Las actividades ligadas al sector externo (explotación de petróleo y de gas, turismo, economía del conocimiento, minería, etc) muestran buenos números. Mientras que los asociados al consumo local son los más afectados (en esto se incluyen los patentamientos, comercios, restaurantes, entre otros).
-¿Cuánto tiempo más puede mantenerse un dólar a un crewling peg del 2% mensual? ¿Hay presiones para devaluar?
-Yo creo que es difícil mantener un tipo de cambio bajo como el actual en un contexto de inflación alta (cerca de 9% en las proyecciones previstas para abril). Por ahora el gobierno está tranquilo porque las cuentas externas están equilibradas, pero eso es a costa del cepo para dividendos, impuesto PAIS, dólar turista y el diferimiento del pago de importaciones, sumado a que es un año de bajos pagos de deuda soberana al exterior. Y sobre todo, se da en un contexto muy recesivo. Estoy de acuerdo con que devaluando solamente no se puede ganar competitividad, y por eso está bien trabajar sobre “el costo” argentino (transporte, impuestos, aranceles, burocracia). Pero en el mientras tanto, sin cepo, esta economía necesita un tipo de cambio más alto. Al margen, creo que el gobierno intentará sostener la dinámica actual, lo que puede ser más recesivo.
-¿Esto puede ser un condicionante para la eliminación de las restricciones cambiarias?
-Creo que la salida del cepo cambiario en la Argentina va a ser un “no evento”. Se irán soltando trabas de a poco, tal como se está haciendo ahora.
-La sociedad se pregunta qué tiempo demandará que las medidas macroeconómicas que se adoptaron se sientan en la micro, en el día a día de cada habitante…
-Creo que el orden de la macro es fundamental para la microeconomía. Pero también que solo no arranca. Hoy se está pinchando una de las cuatro ruedas que es con la que funciona la economía que es la del gasto público y, para que traccione la inversión y las exportaciones, hay que generar incentivos (como el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones -RIGI-, que tiene algunas criticas) y abrir nuevos mercados. Esa es una de las señales relevantes para la micro y por supuesto que los ingresos, principal precio relativo atrasado, empiece a recuperar lo antes posible.