Los firmantes, representantes de más del 75% de la actividad limonera de la Provincia de Tucumán, EXPRESAMOS NUESTRA PROFUNDA PREOCUPACIÓN Y NOS OPONEMOS al Proyecto de Ley 17-PE-24, presentado por el Poder Ejecutivo ante la Honorable Legislatura el 8 de mayo pasado, el cual declara de interés público provincial la producción de limón y sus derivados.
Los productores de limón de Tucumán no somos los únicos en el mundo. Somos un jugador, relevante por cierto, pero representamos “solamente” el 15% de la producción de limón del mundo. Tenemos que competir contra todo el resto en un mercado que es el mercado mundial, donde rige el libre juego de la oferta y demanda.
Las soluciones de esta crisis mundial no deben pasar por afectar solamente la productividad de las empresas tucumanas mediante un depósito compulsivo de parte de los productos que obtengamos ni por aumentar enormemente nuestros costos con el mantenimiento de esos productos en depósito supercongelado, sin dejar de considerar los costos que deberíamos afrontar con la nueva tasa para el sostenimiento del “Instituto de Fomento para el Crecimiento y Fortalecimiento del Limón” y su personal, que se crea para intervenir reduciendo solamente la oferta de Tucumán al mundo. Intervencionismo estatal en un mercado que era libre, a contramano de los tiempos que corren.
Necesitamos reducir nuestros costos para mejorar nuestra competitividad, mejorar la eficiencia de nuestros procesos y desarrollar nuevos mercados y productos. Reconocemos la necesidad de buscar soluciones ante tal situación de crisis; sin embargo, discrepamos profundamente con todas las iniciativas de este proyecto, que NUNCA ha sido tratado en ACNOA con anterioridad a su presentación.
A diferencia de lo que la ley pretende proteger, esta disposición perjudica a Tucumán y favorece directa, e injustamente, a otras provincias productoras como podrían ser Salta, Jujuy, Corrientes y a otros países competidores de Argentina como Estados Unidos, España, Brasil, Italia, Sudáfrica, etc., que sin duda aprovecharán la disminución forzada de nuestra oferta para capturar y apropiarse de nuestros mercados y clientes, que con tanto esfuerzo, inversión de capital e innovación, logramos construir.
Esta ley también AFECTARÁ negativamente a las relaciones comerciales de la industria con nuestros principales mercados, introduciendo incertidumbre y desconfianza en nuestras transacciones.
Es por ello que pedimos a los legisladores que no aprueben este proyecto y que el Gobierno Provincial y Nacional convoque a los actores más representativos del sector para construir en conjunto propuestas que no arrastren a la citricultura tucumana a una crisis terminal.