Si estás transitando tus veintes y sos de Tucumán seguramente habrás escuchado hablar de Las Cañas. Se trata de un predio ubicado en la avenida Perón cuya propuesta fusiona, en un solo día, la pasión por el deporte con la música. La fiesta empieza cuando se guarda la pelota, y arranca el tercer tiempo o “sunset”. De esta manera, entre los grupos de amigos que jugaron al fútbol en el día y la gente que empieza a llegar más tarde, se forma un ambiente propicio para la diversión e, incluso, el nacimiento de una historia de amor.
“Cuando conocí a Lucas pegamos buena onda: fue una conexión ‘al toque’. Desde ese momento no nos separamos más”, contó Camila Sánchez, una estudiante de Odontología que vino de Santiago del Estero para cursar la universidad en Tucumán.
Una amiga le contó del famoso acontecimiento semanal y la convenció para ir un sábado a la tarde, que terminaría siendo distinto a cualquier otro. “Estábamos ‘tranqui’ caminando por Las Cañas, viendo si conocíamos a alguien. De la nada vi que un grupo de chicos se estaba sacando una foto. La empujé a mi amiga ‘en joda’ para que se metiera en la selfi y terminamos haciéndonos una todos juntos”, describió la joven de 20 años.
De esta manera inesperada conoció a su novio Lucas Álvarez, un tucumano que tiene 25 años. Ese día él había ido a ver a un amigo que jugaba en el torneo de fútbol amateur. Esta competencia se realiza desde la mañana hasta la siesta. A las 18 ya habían llegado los cientos de chicos y de chicas que asisten cada fin de semana a Las Cañas. Algunos bebían alcohol y bailaban entre los puestos de comida. Otros simplemente paseaban por el predio, en ese grupo estaba ella. Lucas la vio de entrada. “Mi amigo la invitó a hacer una previa a una fiesta después de Las Cañas. Ahí fue cuando empecé a hablar con Camila y nos enganchamos. Ya en la fiesta nos conocimos bien”, detalló.
Estos fueron los inicios de una relación que perdura hasta hoy. La pareja sigue yendo a ver los partidos de los sábados, preludio de las tardes de música y amigos. Lucas y Camila no abandonan Las Cañas.
Mandan los jugadores
Para muchos jóvenes la tarde en este lugar de la Perón es más que un simple entretenimiento: es un ritual semanal cargado de expectativas y emociones. “Si te dicen vamos a Las Cañas, ya sabés lo que se viene”, expresó Luisina, una estudiante que asiste cada “finde” con su grupo de amigas.
Ella suele llegar cuando empieza el tercer tiempo. El “sunset” es una instancia exclusiva para los jugadores y sus invitados con códigos. Después de las 20 se empieza a cobrar la entrada, que suele costar entre $ 3.000 y $ 4.000.
No se le llama atardecer por azar: con el cielo tiñéndose de crepúsculo, empieza a sentirse la música del DJ y la circulación de alcohol. “El sol se pone re lindo, se ve todo el cerro y es un ambiente muy especial”, describió Luisina.
Otra de las particularidades de Las Cañas es que “admite” la variedad de vestimentas. Están los que van muy producidos, que suelen ser los invitados. Y los que están más “chill”, que son los que jugaron a la pelota durante la jornada y permanecen con sus atuendos deportivos. Este último grupo es el que manda en Las Cañas, donde cada sábado ocurre una historia nueva como la de Lucas y de Camila.
Los ganadores celebran sus victorias
Entre la música y las luces de colores, los que ganaron algún partido del día preparan todo para empezar sus festejos. Como el equipo de fútbol 5 femenino 1038, que ganó este sábado 11 de mayo de 2024 y es puntero de su categoría. “Siempre Las Cañas hasta el final”, expresó la jugadora Sara Lía Ramos Nieto, con un vaso de fernet en la mano.
Otro grupo que siguió con toda la “manija” es el de Isótopos FC, que ganó 3-2 y lograron salir de la mala racha. “Casi siempre perdemos o empatabamos, pero ahora ganamos sobre el final así que nos merecemos festejar”, contó Matías Ibiris, uno de los miembros del equipo.
Así, todos los fines de semana, este predio se convierte en mucho más que un lugar de encuentro: es la pista donde al menos un sector de la juventud tucumana, se divierte y crea recuerdos inolvidables.