En el festival Eurovisión 2024, todos se dividieron por la política

En el festival Eurovisión 2024, todos se dividieron por la política

El evento, que busca cada año unir a Europa musicalmente, sólo desató polémicas. Hubo manifestaciones y abucheos en contra de la participación de Israel y hasta se descalificó al candidato que era el favorito a ganar.

EL FESTIVAL DE LA POLÉMICA POLÍTICA. Eurovisión finalizó ayer con su evento, transmitido a todo el mundo desde el Malmö Arena, en Suecia.  fotos afp EL FESTIVAL DE LA POLÉMICA POLÍTICA. Eurovisión finalizó ayer con su evento, transmitido a todo el mundo desde el Malmö Arena, en Suecia. fotos afp

No hay nada que se le compare en esta parte del mundo. Para los latinos es complejo comprender lo que para Europa significa el Festival de la Canción de Eurovisión. Aún hoy, 68 años después de su inicio, frena el continente; las músicas que allí se presentan marcarán tendencia durante el año y el país ganador sumará a su historia una victoria envidiada por el resto de sus contrincantes.

Eurovisión es arte, es competencia y es unidad continental con aspiraciones globales -y también es un negocio millonario-. Pero, este año y más que en ninguno otro de los anteriores, el festival estuvo signado por controversias.

Se trata del evento no deportivos con mayor audiencia del mundo. Es el programa televisivo más antiguo que aún se transmite en el planeta. En estas décadas, personajes como Julio Iglesias, Raphael, Celine Dion u Olivia Newton-John dejaron un sello en el concurso, que tiene a la música como centro. De hecho, el lema es “Unidos por la música”. Sin embargo, este año lo que más hubo fue división: todo giró en torno a la tensión por la participación de Israel en el concurso.

Para quien no sabe cómo funciona el certamen, lo explicamos: cada país presenta una canción que lo representará (por lo que tiene una dimensión institucional), que se transmite en vivo en un evento televisado. Luego, todos las naciones votan las piezas que, a su juicio, son las mejores. Sólo una de ellas se consagrará ganadora (el público pudo votar a sus candidaturas desde el minuto uno de la gala). Muchas veces el triunfador o triunfadora era objetado, pero por cuestiones artísticas, no por algo que ocurre fuera del escenario.

EN CONTRA. Manifestantes se quejaron de la participación de Israel. EN CONTRA. Manifestantes se quejaron de la participación de Israel.

Algunos de los temas más icónicos que han salido del festival son “Waterloo” del grupo sueco Abba (exactamente hace 50 años, por eso este 2024 el show se hizo en Suecia); “Eres tú” de Mocedades (aunque el grupo español no resultó ganador) o “Nel blu dipinto di blu (Volaré)” por Doménico Modugno. En esta edición fueron 26 los países que compitieron por el micrófono de cristal, pero la protagonista real fue la polémica.

La mayor crisis

Los medios europeos llegaron hasta a dudar de si el certamen seguirá realizándose por la magnitud del escándalo, que superó en mucho la importancia del nombre ganador del año.

El diario El País de España definió a la edición como “La Eurovisión del caos”. Quienes estuvieron en Malmö (donde se realizó el concurso) aseguraron que el ambiente fue “irrespirable”, más que nada por el conflicto entre Israel y Palestina. La polémica comenzó con el avance de la participante israelí Eden Golan en el festival. El jueves clasificó para la final con su canción “Hurricane”. Ahí, todo se salió de control: recibió abucheos y los organizadores silenciaron con aplausos pregrabados las expresiones negativas del público. Afuera del Malmö Arena, 12.000 personas realizaron una manifestación a favor de Palestina; activistas como la sueca Greta Thunberg se hicieron presentes con carteles que aseguraban que Eurovisión “celebra el genocidio”. Ayer, en el ensayo general previo a la final, Golan volvió a ser abucheada.

Durante el evento, se pidió insistentemente el boicot y la expulsión de Israel; de hecho, ya en enero artistas de Islandia y de Finlandia solicitaron la exclusión de ese país. Las críticas a la Unión Europea de Radiodifusión (UER, encargada de organizar el proyecto) tienen que ver con que su comité no le prohibió la participación a Israel por los ataques en Gaza (en represalia a la brutal inclusión en territorio israelí del año pasado), pero sí se la negaron a Rusia después de que invadiera Ucrania hace dos años.

AFUERA. Joost Klein, el favorito, fue descalificado horas antes de la final. AFUERA. Joost Klein, el favorito, fue descalificado horas antes de la final.

Los protestantes consideraron que el festival está “lavando artísticamente” el conflicto armado. “La política influye en el evento de vez en cuando”, dijo a la CNN Paul Jordan, un seguidor e investigador del concurso que trabajó en su equipo de comunicaciones de 2015 a 2018. Pero este año, “la presencia de Israel se ha convertido en un tema tan importante que creo que eclipsará el evento”, dijo hace días. Y así fue: miles de ciudadanos salieron a las calles de la ciudad anfitriona para pedir “por la paz y por una Palestina libre”. Las protestas crecieron tanto, que la Policía local tuvo que reforzar la seguridad “ante cualquier eventualidad”.

Ayer, para la final, se concentraron más de 20.000 personas. En paralelo, se organizó un festival de música alternativa en la ciudad sueca que se ha autoproclamado “concurso de canciones sin genocidio”.

Países Bajos, afuera

Y como si esta edición no hubiese tenido suficiente, hubo una nueva controversia ayer por la mañana. Horas antes de la gran final, los voceros del concurso anunciaron la descalificación de Joost Klein, el representante de los Países Bajos. Él y su canción “Europapa” eran los máximos favoritos para ganar el festival, pero “un incidente detrás del escenario” lo dejó fuera.

Según la UER, la Policía sueca tuvo que investigar una denuncia presentada por un integrante del equipo de producción tras un incidente. Al parecer, Klein habría realizado “amenazas ilegales” a este empleado, pero no dieron más precisiones. “Mientras el proceso legal sigue su curso, no sería apropiado que continúe en el Concurso”, dijo la UER.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios