NOVELA
LOS EFFINGER
GABRIELE TERGIT
(Libros del Asteroide - Buenos Aires)
Obras literarias y autores no valorados en su tiempo conforman una extraña falla telúrica, más que un descuido inconsciente de contemporáneos que dejan librados al creador y a su creación a la cruda intemperie de la indiferencia y finalmente olvido, dejando así expuesta la frágil consistencia del juicio crítico que se repite habitualmente, fenómeno casi geológico que se obstina en revenirse como Sísifo con su piedra -en este caso por un lapso que se extendió desde 1951, fecha de la publicación de Los Effinger, hasta su más que tardía reconsideración en Alemania en el año 2019. El seudónimo con que Elise Reifenberg firmaba sus novelas, judía de clase alta y formada en historia, sociología y filosofía, reportera judicial para el Berliner Tageblatt, feminista manifiesta y opositora a toda injusticia social que nació en 1894 en Berlín y falleció en 1982 en Londres, sin dudas reconocería la impostura del éxito y el fracaso, esos errores más afines a la guerra que al arte. Esta novela de casi mil páginas, saga que tiene como protagonistas principales a Karl y Paul Effinger, hijos de un judío relojero de Baviera que buscan su fortuna en Berlín, está precedida por un intrincado Árbol genealógico ficcional. No es ficcional, en cambio, la sucesión de acontecimientos que se narran con una prosa despojada e intensa, en capítulos breves que refiere inabarcables historias. La sabiduría de Tergit para describir en un simple diálogo es abrumadora. Y el dominio del material que tiene entre manos, infalible. El punto de clivaje, las coordenadas en las que convergen sucesos de este monumental trabajo son, sin dudas, el amor y el matrimonio entre los hermanos Effinger y las hermanas Klara y Annette Oppner, y el aire de época en una Europa sobre la que se cierne la sombra del nazismo. El vertiginoso decurso de la trama no se ve en momento alguno obstaculizado por la densidad de hechos que suman a una línea de tiempo inexorable, y a las variantes y el sino de una Alemania que progresa hacia una catástrofe que siquiera vislumbra. Umberto Eco advirtió que la novela es una máquina de producir interpretaciones. El concepto de novela total sobrevuela estas soberbias páginas, y el resultado no resulta menos que prodigioso. Por lo que bien podemos considerar que los dilemas que se precipitan: el existencial, el político, el cultural y el moral se dan cita, y es así como se signa el esplendor que Los Effinger conserva hoy: en la vigencia de nuestro inquietante destino.
© LA GACETA
Gabriel Bellomo