Él supo en junio de 2022 algo que se hizo finalmente oficial el pasado 2 de mayo. Es que la pandemia parece haber quedado lejos pero sus efectos colaterales aún perduran, en la Argentina y alrededor del mundo. En Canadá pasó mucho tiempo también para que se pudieran realizar grandes ceremonias, como en la que hace una semana se nombró a David Nicholas Rush como miembro de la Orden de Canadá.
“Rush ha transformado la práctica del trasplante de riñón. Profesor y científico clínico del Centro de Ciencias de la Salud de Winnipeg y ex director médico del Programa de Riñón Adulto de Transplant Manitoba, es reconocido internacionalmente por su investigación fundamental sobre el rechazo de injertos”, describieron desde el Gobierno canadiense al médico que nació y creció en el Jardín de la República, y se formó en medicina en las aulas de la Universidad Nacional de Tucumán.
“Fue una experiencia inolvidable. Un broche de oro para mi carrera”, aseguró el profesional reconocido desde su casa de Winnipeg, en diálogo con LA GACETA.
Enorme orgullo
“Al demostrar cómo las biopsias de vigilancia pueden reducir el umbral diagnóstico de rechazo (de un trasplante), su trabajo ha cambiado la práctica clínica en todo el mundo, mejorando significativamente las tasas de supervivencia y los resultados de los pacientes. Su decisivo liderazgo y tutoría han convertido a la Universidad de Manitoba en un centro de excelencia reconocido internacionalmente en este campo”, remarcaron también desde Canadá sobre el médico.
Para entender la importancia de la condecoración que recibió Rush, hay que mencionar que es la orden civil canadiense de mayor rango que existe. Creada en 1967 por la reina Isabel II de Gran Bretaña, con ella se reconoce a aquellas personas que aportaron decisivamente a la ciencia de su país desde alguna disciplina. La ceremonia tuvo lugar en Otawa, en la residencia oficial de la Gobernadora General de Canadá, Mary Simons.
“Fue muy emotivo. Todo muy bien organizado y prolijo”, comentó el experto en trasplantes, quien estuvo acompañado por su esposa y uno de sus hijos en este momento al que describió de “inmensa alegría”.
Los avances
“Nosotros queremos que el riñón que uno trasplanta dure el mayor tiempo posible”, mencionó el tucumano sobre la búsqueda que lo llevó a innovar y a aportar tanto a su área, hasta volverlo uno de los más renombrados en su campo.
“Una de las dificultades que tenemos es entender cómo se produce el rechazo, algo en lo cual he trabajado cerca de 40 años, toda mi vida prácticamente. Además, hay que decir que los riñones no alcanzan. No hay órganos suficientes para abastecer esa necesidad”, explicó.
Y en ese sentido, contó sobre uno de los avances más importantes del último tiempo. “Se está trabajando mucho en obtener trasplantes de otras especies y hace poco tiempo se hizo el primer trasplante de un cerdo modificado con drogas y con distintas cosas, para que sea aceptado ese órgano que es muy parecido al del humano”, se explayó.
Rush hizo referencia así al caso de Rick Slayman, el primer receptor vivo de un trasplante de riñón de cerdo modificado genéticamente, quien en abril fue dado de alta tras la cirugía realizada en el Hospital General de Massachusetts.
“He deseado que llegara este momento, salir del hospital con uno de los certificados de salud más limpios que he tenido en mucho tiempo, durante muchos años. Ahora es una realidad y uno de los momentos más felices de mi vida”, había expresado el paciente, de 62 años, a través de un comunicado difundido por el hospital.
El profesor tucumano y científico clínico quiso ser prudente, al mencionar que aunque han pasado pocas semanas el paciente, que hasta ahora va bien. “Ya tener una fuente de trasplantes en un animal que es accesible, que hoy usamos para comer pero podrían usarse además para donar riñones a gente que se muere en diálisis o incluso antes de ella, sería una salida”, remarcó.
Deseo
Para el médico, aún hay mucho para hacer en la rama en que se especializó, pero cree que ya se está en camino para alcanzar los máximos objetivos.
“Las drogas que usamos no son perfectas, tienen efectos colaterales y efectos nocivos e indeseables sobre la persona y sobre el trasplante mismo. Así que en esas áreas también todo el mundo está trabajando continuamente para tratar de mejorar”, indicó.
Y sentenció: “Queremos descubrir cómo hacer más veces el trasplante, con mejores resultados, a menor costo, con menores efectos colaterales de los medicamentos a usar, entre otras áreas que ya se estudian en conjunto y como especialización”.
Sus raíces
Cuando el doctor Rush regresa a la tierra de la caña de azúcar, el limón, los arándanos y las empanadas, sus amigos le dicen Nicolás, como siempre lo llamaron aquí. Sus visitas, además, siempre son para sumar a la medicina de su país porque según aseguró durante sus declaraciones, si lo llaman para cualquier consulta, él responde.
“El año pasado estuve en Buenos Aires, en donde participé de un congreso internacional de trasplantes. Ahí por supuesto me vi con toda la gente de Tucumán y colegas de todo el país y el mundo que llegaron a la cita”, contó.
“Yo siempre me mantengo en contacto con otros médicos argentinos y participo de las reuniones que realizan cuando me invitan”, añadió para luego anticipar que en junio volverá a tener un contacto con la Nación en la que nació.
“Voy a participar de una conferencia por Zoom con gente de trasplantes renales en pediatría. Se va a realizar en Buenos Aires, pero al no ser presencial sino virtual, me voy a conectar desde aquí”, adelantó Rush que no deja de bregar para enriquecer la medicina, de la mano de la ciencia y la innovación (Producción Periodística: Ariane Armas).