En las últimas horas, un video se viralizó en Salta, mostrando un encuentro inusual entre policías de tránsito y el arzobispo, Mario Antonio Cargnello.
En el video, se ve cómo los efectivos detuvieron el vehículo del arzobispo para realizar los controles habituales. Al solicitarle la licencia de conducir, Cargnello responde negativamente, admitiendo no tenerla consigo. Además, el sacerdote confiesa haber ingerido alcohol, afirmando: "No lo voy a negar, vengo de una cena con amigos".
En respuesta a este suceso, el secretario de Tránsito y Seguridad Vial, Matías Assennato, informó a LA GACETA que se tomaron medidas disciplinarias contra el agente involucrado. "Se ha iniciado un sumario administrativo contra el agente en cuestión", declaró Assennato.
En cuanto al arzobispo de Salta, desde la Municipalidad se actuó de oficio, reteniendo su licencia de conducir y remitiendo las pruebas al Tribunal de Faltas.
El Arzobispo deberá esperar el dictamen del Tribunal y en el caso de ser sancionado, deberá afrontar una costosa multa.
Cabe resaltar que en toda provincia de Salta rige la tolerancia cero al alcohol al volante, una normativa que prohíbe a los conductores ingerir cualquier cantidad de bebidas alcohólicas antes de manejar un vehículo.
Los hechos
El hecho ocurrió hace dos semanas pero recién se conoció ayer en horas de la noche. Según lo que se observa en el video, los efectivos detuvieron la marcha del vehículo del arzobispo para realizar los controles pertinentes. Al ser consultado sobre la licencia de conducir, Cargnello respondió de manera negativa, admitiendo no haberla traído consigo. Incluso, se observa cómo busca en la guantera sin éxito alguno.
Sin embargo, lo más llamativo de la situación fue cuando el religioso, segundos después, confesó haber asistido a una cena con amigos y haber consumido alcohol. "Tomé", fue la respuesta franca del arzobispo, reconociendo así haber ingerido bebidas alcohólicas.
Ante la pregunta directa de uno de los agentes sobre si había bebido algo, Cargnello no dudó en confirmarlo: "Sí, fui a una cena. No puedo negar, ¿qué quiere que le diga?".
Ante esta situación, el agente actuante optó por una medida inusual, expresando comprensión hacia el arzobispo: "Está bien, monseñor. Por esta vez vaya, monseñor", fueron las palabras del oficial.
Cargnello, agradecido, manifestó la urgencia de su compromiso religioso: "Le agradezco. Enseguida tengo que ir a la misa, a las 8". Tras este intercambio, el arzobispo continuó con su viaje.