Por Rodolfo Casen
08 Mayo 2024
EN PLENA PROTESTA. Los parientes del joven desaparecido durante un momento de la protesta. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
El gobernador Osvaldo Jaldo debió afrontar ayer una bulliciosa y tensa protesta que protagonizaron en el portón de acceso al ingenio La Corona de Concepción los parientes de Matías Manuel Medina (23 años), el joven cosechero padre de dos hijos que permanece desaparecido desde el sábado 20 de abril. Hasta, pese a las numerosas que se realizaron, no surgió ninguna novedad acerca de su paradero.
La manifestación se realizó en momentos en que el primer mandatario participaba en la planta fabril del acto de apertura de la zafra azucarera 2024. Una veintena de familiares y otros allegados al joven desaparecido se instalaron con pancartas frente al ingenio al grito de “que aparezca Matías”, “ayúdenos, Gobernador”.
“Quédense tranquilos, ya nos vamos a interiorizar del caso y veremos lo que se puede hacer”, les dijo Jaldo, pese a que reconoció que es una cuestión judicial en la que no puede inmiscuirse, aunque podría reforzar la tarea investigativa.
El grupo estaba encabezado por la madre de Matías, Cristina Medina, y la tía, Cintia Oviedo. Los reclamos de la gente se escuchaban claramente en el canchón de la planta. A tal punto que el presbítero Fabián Brito incluyó el ruego por la pronta aparición del joven, en la misa que ofició en la ceremonia de apertura de la molienda. Jaldo, tras culminar el acto, se dirigió a hablar con los manifestantes.
Sin aprehendidos
“Mi hijo salió en moto a cobrar su jornal y no volvió hasta ahora. Aunque la Policía trabaja en su búsqueda y pidió medidas contra los sospechosos que aparecen en el expediente, entre ellos un tal ‘Fuerte Apache’, la justicia no hizo lugar a que lo detuvieran. Queremos saber qué es lo que pasó con mi hijo”, bramó Medina. “Queremos que usted nos ayude para que la investigación avance”, agregó la mujer cuando dialogó con el titular del Poder Ejecutivo provincial.
El segundo jefe de la Unidad Regional Sur, Julio Concha, fue el que interiorizó al gobernador Jaldo acerca de las medidas que se vienen adoptando por disposición de la fiscala Mónica García, de la Unidad Fiscal de Usurpaciones, Estafas y Cibercriminalidad del Centro Judicial local.
Por pedido del Ministerio Público, el fin de semana se realizaron allanamientos en distintos domicilios de los barrios Municipal y Primero de Mayo para recolectar evidencias que contribuyan a dar con el desaparecido.
En la ocasión se incautaron prendas de vestir y una cadena. Además se levantaron rastros obtenidos a partir del uso de luminiscencia positiva que serán analizados para confirmar si corresponden o no a una muestra de sangre.
Jaldo escuchó a los exponentes que dijeron que habría elementos suficientes a fin de que la justicia disponga la aprehensión de al menos tres sospechosos. Uno de ellos fue el que brindó datos acerca del lugar en que se hallaba abandonada la motocicleta en que Matías salió de su casa para cobrar su jornal. Estaba entre cañaverales fuera de la ciudad.
Fue con el tal “Fuerte Apache”, según sus parientes, con quien anduvo en la noche en que desapareció Matías. Las pesquisas también se orientaron a un sitio conocido como el “chiquero de Farías”, un criadero de cerdos ubicado en inmediaciones del vaciadero de residuos del municipio. Una versión indica que el joven habría sido llevado hasta ahí.
Con el paso de los días se robustece la hipótesis de un ajuste de cuentas. Sin embargo sus parientes la descartan. “Nuestro hermano se desempeñaba como cosechero. Trabajaba en el limón y también viajaba al sur a otras cosechas. No era alguien que arrastraba deuda o conflictos con alguna gente. Por eso nos sorprende su desaparición. Estamos viviendo momentos de mucha angustia”, dijeron Selva y Cristian Medina.
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