Los celulares inteligentes no están exentos de los ciberataques. Sin embargo, la mayoría de los usuarios no tienen en cuenta las recomendaciones para prevenirlos. Es que los smartphones forman parte de nuestras rutinas y contienen datos personales y financieros que les entregamos en el día a día.
Incluso los celulares de Apple están expuestos a los hackeos. Mucho más desde que, en 2022, la Ley de Mercados Digitales de la Unión Europea obligó a la empresa de la manzana a permitir instalación de aplicaciones de fuentes externas. Antes, la App store albergaba las descargas seguras que la propia empresa analizaba. Pero ahora, los usuarios pueden instalar archivos de cualquier origen.
Trucos para prevenir los hackeos
Proteger el acceso
Contraseñas numéricas, claves, patrones, huella digital, reconocimiento facial. Son cada vez más las herramientas que utilizan los desarrolladores de smartphones para privatizar el acceso a los celulares. Emplear claves que resulten lo más seguras posibles será clave para evitar intrusiones.
Las contraseñas que utilizamos deben cambiarse regularmente cada seis meses. No deben emplearse palabras o datos conocidos que son frecuentemente usados como claves, como las fechas de cumpleaños o los nombres de mascotas.
Mantener las últimas actualizaciones
Las versiones actualizadas de los sistemas operativos y aplicaciones no son arbitrarias. Suelen contener defensas y mejoras en la seguridad de las aplicaciones que vienen a resolver puntos vulnerables que reconocieron en algún momento.
Descargar solo de tiendas oficiales
Las tiendas y páginas de descargas verificadas por cada aplicación son las recomedables para bajar archivos. Las aplicaciones externas exponen a los sistemas operativos a virus informáticos que roban el control de los dispositivos. Las tiendas como Play Store y App Store hacen un escaneo de cada app antes de ser descargada.
Cuidar la información de correos y SMS
Estos dos canales constituyen una de las principales fuentes de hackeos. Los ciberatacantes envían códigos o enlaces fraudulentos mediante los que pretenden apropiarse de información que no les pertenece. También es común la suplantación de identidades con la misma finalidad.
Los expertos sugieren ignorar las señales de advertencia y alarma que se envíen por estos medios desde fuentes no autorizadas. Recomiendan, en reemplazo, acudir a las entidades de forma presencial para consultar sobre la veracidad de los anuncios.